jueves, 17 de mayo de 2012

Capítulo 11: "Anoche me quedé con ganas de hacer algo"

27. Junio. 2003

Esa sensación de no haber dormido nada en toda la noche, esa sensación de querer recordar lo que hiciste la noche anterior y que no seas capaz de hacerlo. Esa sensación es la que siento ahora mismo. Ojala tuviera la capacidad de controlar esto, sería una de las mejores cosas que existirían. No recordar la muerte de David, no recordar la muerte de mis padres. Pero, en fin, este es el mundo real.
Sí, mis padres murieron, por causas distintas. Uno por cumplir con su deber, la otra por cobarde. Nunca he hablado de la muerte de mis padres y ni siquiera sé por qué lo hago ahora, supongo que para que quede un tema zanjado en mi memoria.
Cómo murieron, se os estará pasando por la cabeza. Mi padre tuvo un accidente de avión, era piloto. No puedo dar muchos datos, era pequeña cuando ocurrió y mi madre nunca tuvo el valor para hablar de ello. Rehuía cada vez que le preguntaba. De la muerte de mi madre puedo hablar más, me lo contó Karen cuando me adoptó pocos años después de la muerte de su hijo, David. Quería saberlo, necesitaba saberlo, era mi madre.
Según Karen, mi madre estaba muy enamorada de mi padre y no consiguió superar su muerte, le dio al alcohol, a las drogas, a todo lo que pasara por delante de ella que le pudiera hacer olvidar aquello. Pero sólo conseguía hacerse más daño.
Tanto física como psicológicamente estaba hecha un desastre, y por más que intentaba ayudarla, no me quería a su lado. Era pequeña, sí, poco podía hacer, pero por lo menos lo intentaba. La verdad es que me dolió muchísimo la muerte de mi padre, era el único que estaba a mi lado en todo momento, sin contar a Karen.
Os podéis hacer una idea de lo que hizo con su vida, ¿no? Sí, se suicidó. Me costó asimilarlo, muchísimo, pero lo hice, con ayuda o sin ella, eso no importa, lo importante es que conseguí superarlo. Karen me lo contó cuando vio que tenía suficiente capacidad como para intentar comprenderlo. Pero no lo comprendí, no en ese momento. Llegué a odiar a mi madre, aun muerta. Cuando pensaba en ella, una única palabra se me pasaba por la cabeza, "cobarde". Sí, era una cobarde. Se mató porque perdió a alguien a quien quería, pero no se daba cuenta de que en la vida real había mucha gente que daría su vida por ella. Pero las drogas no le dejaban ver esa realidad, se cerraba en su mundo y cometía locuras. Y a base de esas locuras, logró suicidarse.
Supongo que esa es otra de las cosas que me ha enseñado a ser fuerte, a saber ver la vida con otros ojos. A no depender de nadie.
Nunca fui capaz de hablarle de este tema a nadie, ni siquiera a Phil, las únicas que sabemos de su existencia somos Karen y yo. Y nadie más lo sabrá.
Nunca he hablado de cómo me sentí al enterarme de aquello. Sí, llegué a odiar a mi madre, pero nunca hablé de lo que sentí realmente. Y creo que es hora de hacerlo, necesito quedarme a gusto conmigo misma, soltarlo de una vez y dejar que el futuro se ocupe del resto.
Sentí miedo. Miedo a no ser capaz de superarlo. Como ya dije, intenté quitarme la vida más de una vez, y el tema principal fue el suicidio de mi madre. Creía que no podía con aquello, la gente me daba de lado y sólo encontraba apoyo en Karen. Pero para mí no era suficiente, quería estar bien conmigo misma, y sabía que matándome no era la mejor solución. Lo sabía, sí, pero no lo veía. Conceptos muy diferentes. Me dejaba llevar sabiendo las consecuencias.
Me alegro de haber cambiado en ese aspecto, ahora sé que puedo salir adelante con todo, que ya nada ni nadie me va a impedir ser feliz. Soy feliz a mi manera. He llorado muchísimo, pero el valiente es el que llora, ¿no? O eso dicen. No me considero valiente, la verdad, pero tampoco cobarde, y eso es lo que me hace seguir adelante, no de la manera más sensata, pero salgo adelante.

El ruido de alguien llamando a mi puerta me hace salir de mis pensamientos. Debo decir que hoy no he derramado ni una lágrima, y por ello me siento orgullosa de mí misma. Es raro que no haya llorado, pero es cierto.
Me levanto de la cama con un gran dolor de cabeza y voy costosamente hacia la puerta. Y ahí está Tom con una cara... extraña. Su expresión muestra entre miedo y enfado.


POV TOM

Todavía no entiendo por qué quiso hacerlo anoche, qué fue lo que se le pasó por la cabeza para cambiar de opinión de esa manera.
Por una vez se le veía que decía la verdad, que quería hacer las cosas bien con ella, pero de repente me encuentro aquello, y... adiós a todos sus esquemas. Y a los míos también. Entonces, ¿qué? ¿Otra chica más a la que llevarse a la cama? No, yo no quiero que eso sea así. Vale que no la conozco lo suficiente, que no sé nada de ella, pero en su mirada se ve una chica diferente, y si, según Danny, ha despertado gran interés en él, será por algo.
Aunque sinceramente dudo si se acuerda de lo que pasó anoche.
Bueno, yo me voy a ver a Gio, no creo que este se despierte, tendrá una buena resaca.
Pero antes de que pueda salir de la habitación, oigo una voz ronca a mi espalda.

 -Tom... ¿Qué pasó anoche? -Dice adormilado.
 -¿No te acuerdas? ¿De nada?
 -Sé que me llevé a Hayley a un lugar apartado, pero... nada más.
 -Joder, Danny, lo estás haciendo de puta madre.
 -¿Qué? ¿Qué he hecho ahora? Por favor, Tom, no me toques los cojones que bastante me duele ya la cabeza de por sí.
 -Y te lo tienes bien merecido.
 -Joder, Tom, estás insoportable, vete a ver a tu Gio y déjame tranquilo.
 -Muy bien, cuando quieras acordarte de lo que pasó ayer y te arrepientas, no me busques. Ahora sólo espera a que Hayley tampoco se acuerde.
 -¿Qué? No, no, joder, Tom, espera...

Salgo dejándome con la palabra en la boca, estoy harto de que siempre esté pensando en él, la gente también tiene sentimientos.
Tengo que ir a ver Hayley.
Cruzo el umbral del pasillo y llamo a su habitación. Mi expresión en estos momentos no es muy agradable, y eso no es normal en mí.
Me abre la puerta con una mueca de dolor mientras sujeta su cabeza con su mano.

 -¿No podías haber venido más tarde? La cabeza me va a estallar.
 -Lo siento, es que necesito que me contestes a unas cosas que llevo pensando desde que me he levantado...
 -Di.
 -¿Te acuerdas de lo que pasó anoche?
 -Eh... No. Sé que estaba con Danny, pero poco más, ¿por qué?
 -Pf... Menos mal. Vale, gracias.

Me dispongo a salir de la habitación pero su voz me lo impide.

 -Pero, ¿por qué? ¿Me lié contigo o algo?
 -No, no.
 -¿Entones? Mira, Tom, no me gusta que me dejen a medias, así que dímelo, por favor.
 -No sé si debería...
 -Dímelo.
 -Anoche...

De pronto se oye una voz al otro lado de la puerta.
Danny.

 -Hayley, necesito hablar contigo.
 -¿Pero qué pasa aquí? -Dice alarmada.

Se acerca a abrir la puerta y Danny me mira extrañado, preguntándose seguramente qué es lo que hago aquí.

 -Ya me podéis estar explicando qué cojones hacéis los dos aquí.
 -Creo que será mejor que lo habléis los dos a solas, yo no pinto nada.

Y dicho eso, salgo de mi habitación dejándoles a los dos dentro. La verdad es que no sé si hago bien dejando a Danny a solas con ella después de lo de ayer, pero si no se acuerda, no debo preocuparme, ¿no?
Me voy a ver a Gio.


POV HAYLEY

 -¿Qué pasa? -Digo un poco más calmada.
 -Eso es lo que me gustaría saber a mí.
 -Sé que tiene que ver algo con lo de anoche, Tom ha venido demasiado alterado.
 -¿Te ha contado algo?
 -No.
 -¿Te acuerdas de lo que hicimos anoche?
 -Danny, ¿me estás diciendo que tú y yo...?
 -No lo sé.
 -Genial...

Me acerco a la ventana soltando un gran suspiro. Esto no me gusta nada. Ya ocurrió una vez, y mira como acabó todo. Sí, hablo de Phil.

 -Habla con Tom, por favor, a mí no me quiere escuchar... -Dice acercándose a mí. 
 -Tengo que hablar con él, eso no ha podido haber pasado, no debe haber pasado.
 -¿Por qué? -Pregunta... ¿decepcionado?
 -¿Querías que pasara?
 -No. -Miente.
 -Pues ya está.

Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que vuelvo a hablar.

 -Mira, Danny, olvidemos esto, ¿vale? Haya pasado o no. Es lo mejor que podemos hacer.
 -Está bien. Pero habla con Tom.
 -Lo haré.

Dicho eso, se va por donde ha venido.
Ahora me toca a mí pensar en todo esto. Y no sólo en lo que ha pasado, me toca pensar en mí misma.
Me visto, recojo la habitación y me voy al mismo sitio donde fui ayer, a aquel hermoso lago. Allí no habrá nadie que moleste.
Me tumbo sobre el césped y dejo que mi mente intente aclararse. Hora de ordenar mis sentimientos.
Si hubiera pasado algo, ¿seguiríamos igual? ¿Merece la pena evitarle por un simple desliz? Sé que esto ya pasó con Phil, e incluso por ello empezamos una relación, pero... Sé que no es lo mismo. Danny ha conseguido ganarme poco a poco, y eso es algo que muy poca gente ha conseguido. Algo me dice que me conoce más de lo que yo me conozco, y eso me asusta. No soy lo bastante buena para nadie.

¿Para qué pensar en un futuro teniendo un presente? Creo que ya es hora de divertirme y dejar de pensar en las consecuencias. 
Decidido. No voy a pensar. Cuando vea que debo parar, espero que no sea demasiado tarde.


***

Ya he hablado con Tom, ya está todo aclarado. ¿La verdad? Siento un gran alivio. ¿Por qué? No lo sé exactamente, pero lo que importa ahora es que me he quitado un gran peso de encima.
Sólo espero que Danny haya hablado con Tom.
Alguien llama a la puerta de la habitación.

 -Hayley. -Dice al otro lado de ella.

Danny.
Me acerco a abrir y muestra una sonrisa pícara.

 -Ya he hablado con Fletcher, y si te digo la verdad, anoche me quedé con ganas de hacer algo.

Se acerca lentamente hacia mí mientras se dibuja de nuevo una sonrisa juguetona en mi cara.
Me besa con violencia apoyando sus manos en mi cadera. Sediento, explorando cada rincón de mi boca con su lengua. Coloco mis manos sobre su pecho y continuamos con el beso mientras retrocedo hasta llegar a mi cama. Antes de dejarme sobre ella, quita mi camiseta con delicadeza, demasiada diría yo. Se tiende sobre mí y continua con sus besos, desde la comisura de mis labios hasta la clavícula. Se detiene sobre el lóbulo el cual muerde con violencia haciendo así que se me escape un leve gemido. Vuelve a mis labios sonriendo contra ellos. Le muerdo el labio inferior, gesto que le excita por su ardiente mirada. 
Le quito la camiseta con bastante menos delicadeza y la tiro a un lado de la habitación, trazo círculos sobre su piel con mi dedo provocándole leves cosquillas que erizan su piel. Se acerca a mis labios y me roba otro beso, desliza sus manos sobre mis muslos provocando leves descargas sobre mi piel, llega hasta el botón de mis pantalones y comienza a jugar con él. Finalmente, decide desprenderse de la prenda y la hace formar parte de la decoración del suelo de la habitación. 
Cambiamos posiciones, ahora me toca a mí tomar el mando de este pequeño juego. 
Deposito pequeños besos sobre su pecho hasta llegar al botón de su pantalón, repitiendo ese recorrido varias veces, centrándome en sus pezones donde dejo algún que otro mordisco. Mordiscos que hacen que varios suspiros y leves gemidos salgan de lo más profundo de su garganta.
Le miro con una sonrisa divertida y veo que está con la cabeza echada hacia atrás con los ojos cerrados. Esa imagen hace que mi sonrisa sea más pronunciada y aumenten mis ganas de continuar con el juego.
Desabrocho el botón con paciencia, notando un ligero bulto en su entrepierna. Deslizo sus pantalones con calma, demasiada calma.

 -Hayley... 

Su voz ronca pronunciando mi nombre, provoca un escalofrío que recorre toda mi espalda. Termino de quitarle los pantalones, otra prenda más que decora el suelo. Sólo nos queda la ropa interior.
Vuelve a colocarme debajo de él. Acerca su cara a la mía y me mira con sus grandes ojos, intentando intimidarme, pero sólo consigue que mi deseo hacia él aumente. 
Le muerdo el labio inferior de nuevo y roza mi hombro con su mano haciendo así que baje el tirante de mi sujetador. Veo cierto brillo en los ojos, brillo que aumenta cuando coloca una de sus manos sobre mi pecho, masajeándolo. Cierro los ojos sintiendo el placer que me hace sentir sin ni siquiera rozar su piel con la mía. Con la otra mano continua deslizándola por mi muslo. Se centra besándome el cuello, y vuelvo a colocarme encima suya. Donde aprovecha para desabrochar mi sujetador. Lo tira a un lado de la habitación y se queda mirando mis pechos. Por primera vez, me hace sentir incómoda.

 -Danny, tengo ojos.
 -Y muy bonitos, por cierto, pero ya los tengo muy vistos.

Hago un amago de levantarme, pero agarra mi cintura y me dedica una sonrisa agradable.

 -Era broma, tonta.
 -Pues tus bromas me tocan los cojones. Vuelve a hacerlo y te dejo con el calentón.

Se acerca para darme un beso. Beso con el cual hace que desee otro. Sensación que no me gusta para nada. Me quedo parada intentando convencerme a mí misma de que mis sentimientos hacia él no deben aumentar. 
Acaricia mi cara con suavidad, con temor a romperme. El recorrido se detiene de nuevo en mi pecho. Ahora lo masajea con más intensidad mientras juego con la goma de sus boxers. Retiro su mano de mi pecho y le miro divertida. 
Se queda quieto, mirando atentamente cada movimiento que hago. Continuo jugando con la goma de sus boxers, hasta que finalmente decido desprenderme de ella. La única prenda que cubre su cuerpo. Me mira con fuego en sus ojos, mandándome con una simple mirada que elimine esa prenda. Noto cómo ese bulto aumenta junto con la expresión de incomodidad de su rostro. Puedo asegurar que, ahora mismo, le quema la ropa interior. Me gusta verle sufrir. 

 -Por favor...  -Me mira con deseo en sus ojos.

Elimino esa prenda en un abrir y cerrar de ojos y muestra una cara de satisfacción. Intercambiamos posiciones de nuevo. Pero esta vez desprende mi ropa interior con demasiada rapidez, quiere que llegue el momento ya. Ambos desnudos, como Dios nos trajo al mundo, él encima, yo debajo. 

 -Danny...
 -¿Qué pasa? -Me mira con cierta preocupación.
 -Que...
 -¿Eres virgen?
 -No, no es eso. El condón.
 -Ah, coño. Creo que tengo uno en el bolsillo del pantalón.
 -¿Crees? Más te vale tenerlo porque te vas a buscarlo con la picha tiesa.
 -Ehm... Vale... No me odies tanto, por favor.
 -Búscalos ya, que se me va el calentón.

Se levanta y va en busca de sus pantalones, mira en su bolsillo y saca uno. Se lo coloca y vuelve a la misma posición de antes. Me roba un beso y se me escapa una sonrisa, sonrisa que se convierte en gemidos leves cuando noto cómo su lengua recorre mi cuello hasta llegar a mis pechos, donde se entretiene con ellos mientras da pequeños mordiscos. Continua bajando por mi vientre hasta detenerse debajo del ombligo, sin llegar a más. Hace el mismo recorrido repetidas veces, hasta que decide que es el momento. 
Se incorpora y separa mis piernas rozando suavemente con la yema de sus dedos mis rodillas ascendiendo por mis muslos. Coloca su miembro en la entrada y se impulsa hacia delante entrando en mí. Un leve dolor se apodera de mi cuerpo, pero nada comparado con aquella primera vez. Danny continua moviéndose hacia dentro y hacia fuera, penetrando, cada vez con más velocidad. Me vuelve a robar otro beso mientras aumenta cada vez más la velocidad. Varios gemidos se escapan de nuestras bocas sin pedir permiso, gemidos que aumentan el volumen cuando Danny aumenta la velocidad. 
Varios minutos después, realiza el último impulso, haciéndonos llegar al orgasmo. Explotando en nuestro interior. Sale de mí y se tumba encima mía, cansados, reventados, sudados. Tras volver a recuperar nuestra respiración normal, Danny se sienta al borde de la cama con sus manos tapando su cara.
Nada bueno me espera...

 -No... No debería haber pasado esto. -Dice costosamente, intentando convencerse a sí mismo de lo que acaba de salir por su boca.

martes, 1 de mayo de 2012

Capítulo 10: "Hemos dejado un tema pendiente"

POV Danny

Esta chica me está volviendo loco, ya no sé si quiere algo más, si tan sólo quiere jugar o es que le gusta verme sufrir.
Desde el primer momento que la vi ayer, me he sentido atraído por ella, y al seguirme el juego de esta manera, ha despertado gran interés en mí. Pero lo que odio es que a veces sea tan cabezota y orgullosa, pero sé por qué se muestra así  aunque no quiera admitirlo. Sé lo que esconde. Ella se cubre bajo una coraza para protegerse de todo el daño que le han hecho y no quiere mostrarse débil. Lo sé porque yo hago exactamente lo mismo que ella, el problema es que yo no soy tan transparente. Sé que tiene un corazón que no le cabe en el pecho, que daría su vida por los demás, y eso es lo que le diferencia de todas las tías con las que he estado, y por ello me llama la atención. Quiero conocerla de verdad, hacer las cosas bien por una vez en la vida.
La miro y continua mirando el lago, la verdad es que este es uno de los lugares más tranquilos del campus, aquí es donde suelo venir a componer, y ella lo ha descubierto.
Se me ocurre una manera para romper este silencio...

 -¿Nos bañamos?
 -¿Qué? ¿Estás loco? -Me mira sorprendida.
 -Tal vez. Pero, ¿sabes una cosa? Las mejores personas lo están. -Sonrío de medio lado y le arranco una pequeña sonrisa. -Vamos, sé que quieres.
 -Mentiría si dijera que no quiero.
 -¿Entonces? ¿Cuál es el problema?
 -Que tú seas un exhibicionista no me convierte a mí en ello.
 -Muy bien, entonces lo haremos a mi manera.

Me levanto del suelo con una gran sonrisa victoriosa, ella me mira extrañada pero su mirada se vuelve fría cuando ve mis intenciones. La verdad es que a veces me da miedo... Pero tengo que ablandar esa coraza y no hay mejor manera que hacerlo divirtiéndose.
Paso mis brazos por su espalda y por sus piernas y la levanto en peso. Me acerco lentamente al lago con una sonrisa triunfadora.

 -Date por muerto. -Dice lo más secamente posible mientras intenta deshacerse de mí. 
 -¿O sino qué?
 -O sino ya me encargaré yo de que te des por muerto... ¡ BÁJAME!
 -Venga, mujer, pero si en el fondo lo estás deseando.
 -Tú si que vas a desear no haber nacido.

Suelto una pequeña carcajada por su ingeniosa amenaza y por su cara enfadada de cría pequeña. Pero eso no me va a impedir hacer lo que me he propuesto.


POV Hayley

 -Te estás jugando tu descendencia. -Digo cansada de intentar deshacerme de él.
 -¿Me preocupo?
 -Deberías.
 -Vale, vale, ya te dejo.

Y es ahí cuando noto cómo se mete en el lago conmigo en brazos.
Suelta otra pequeña risa y me deja caer.

 -Te odio. -Digo poniéndome en pie.

El agua nos llega por la cintura y él se va acercando cada vez más, por lo que opto por salpicarle para que se aleje.

 -¡Mi pelo! -Dice pasando sus manos por su pelo tieso repetidas veces.
 -¡Oh! ¡Mi pelo! ¡Mi pelo! ¡Que se me riza! ... Por favor... Te consideraba menos femenino.
 -Odio mi pelo rizado... -Se cruza de brazos cual crío pequeño. 
 -Pijo.
 -Borde.
 -Infantil.
 -Borde.
 -Afeminado.
 -Borde.
 -¿Quieres cambiar de adjetivo?
 -Borde.
 -...
 -Arg. Me rayas.
 -JAJAJA. Venga, salgamos que vamos a coger un resfriado.
 -Tú no vas a ningún lado.

Y dicho eso, se acerca de nuevo y antes de que pueda darme cuenta ya lo tengo a pocos centímetros. Pero no me da tiempo a reaccionar, esta vez es él el que actúa más rápido y sujeta mis manos intentando hundirme, pero me deshago de él y me subo a su espalda y le despeino con mis manos mojadas, como contraataque.

 -No has sido capaz...
 -Ehm... Creo que sí.  -Digo con una sonrisa pronunciada mientras intento contenerme la risa.

Me bajo de su espalda e intento salir del lago, pero vuelve a ser más rápido que yo y me agarra del brazo haciendo así que choque contra su pecho.
Me mira desafiante.

 -¿Intentas intimidarme? -Digo alzando una ceja.
 -He intentado demasiadas cosas ya.
 -¿Ya te has dado por vencido?
 -¿Vas a ceder?
 -Tendrás que ganarte la respuesta.

Le miro con una sonrisa y vuelve a acercarse a mí. ¿Quiero besarle? ¿Por qué no? Aunque es divertido hacerle sufrir.
Noto su respiración cerca de mi boca, por... ya he perdido la cuenta, pero sé que está dispuesto a conseguirlo, y yo esta vez no se lo voy a negar. Coloca ambas manos sobre mi cadera y me acerca a él de nuevo.

 -¡Hayley!

Alguien grita a nuestro lado.
El enano.
Giro mi cara, y los labios de Danny se posan sobre mi mejilla. Oigo como susurra un casi inaudible "Genial..." seguido de un suspiro. Gira la cabeza hacia Dougie.
Salgo del lago dejando a Danny ahí y me acerco a Doug.

 -¿Os he cortado el rollo? -Dice avergonzado.
 -No, no, para nada, tranquilo.

Le sonrío con sinceridad y Danny se acerca a nosotros.

 -Vamos, que hoy tampoco ibas a ceder por lo que he oído, ¿no?
 -Te he dicho que te tendrías que ganar la respuesta.
 -Eres imposible... -Se dirige ahora a Dougie y le sonríe. -Hola, soy Danny.
 -Dougie. -Dice sonriendo tímidamente.
 -Es bastante cortado, sólo necesita coger confianza. -Digo pasando un brazo por los hombros del enano. 
 -Eh, por mí no te preocupes, todavía no me he comido a nadie.
 -Es lo que le dije yo el otro día.
 -Hayley, tú sí muerdes.
 -Ya te gustaría a ti que yo te mordiera.
 -Ese tema lo discutimos en privado mejor.

Me guiña un ojo mientras Doug nos mira con una sonrisa en sus labios.

 -Por cierto... -Comienza a hablar Dougie. -Han montado una fiesta al lado de la otra residencia.
 -¿Una fiesta? ¿Sin mí?
 -Asúmelo, Danny, no te quieren, te dan de lado. -Digo con una mueca mientras niego con la cabeza. 
 -Qué te he hecho yo para que me odies tanto...
 -No te odio, es sólo que... Te demuestro mi amor de otra forma.
 -¿Me quieres? -Sonríe viciosillo.
 -Sí, a dos metros. Tira a la fiesta, anda.
 -¿No venís?
 -¿Vamos, Dougie? Lo mismo está Christine allí.
 -Guay. -Dice con una sonrisa a la vez que se le achinan sus pequeños ojos.
 -Perfecto. -Dice el pecoso sonriente.
 -Cuántas ganas tienes de que vaya, ¿no? ¿Seguro que no quieres abusar de mí?
 -Si quisiera abusar de ti ya lo habría hecho.
 -Danny, le estás dando una imagen muy mala de ti a Dougie.
 -Lo siento, tío, no soy así. Es ella que saca mi lado mujeriego.
 -Uy, perdóneme usted.
 -Pues no te perdono.
 -Muy bien. Vámonos, Doug, dejemos a este... MUJERIEGO aquí solo.
 -Vale, vale, te perdono.

Antes de ir a la fiesta nos encaminamos hacia nuestras habitaciones para darnos una pequeña ducha después de haber estado en el lago, mientras Dougie espera en el pasillo.
Ya duchados y cambiados, vamos a la pequeña fiesta que han montado, de vez en cuando Danny soltaba alguna que otra broma suya para que Dougie se sintiera a gusto. Desde que le dije que él no tiene a nadie, parece que Danny lo ve con otros ojos, y eso me agrada.
Vale que Dougie no sea normal, y eso es lo que me gusta de él, pero no por eso merece ser excluido del grupo. Él tiene sus gustos como todo el mundo, que sean diferentes ese ya no es problema de nadie.
Llegamos a la fiesta y Danny nos lleva con su grupo. Noto a Dougie bastante tenso e intento tranquilizarle con una sonrisa y susurrándole un "Tranquilo...".

 -Hola, tíos. -Saluda Danny animadamente.
 -Hola, desaparecido. -Contesta Vicky. -¡Hayley! ¿A quién has traído? ¿Es el famoso Dougie?
 -Sí, soy Dougie, encantado.
 -Aish, qué educado. A ver si aprendes de él, Danny.
 -Sí, sí, mañana si eso. -Dice sin hacerle caso a su hermana.
 -Es insoportable...
 -Nah, se le coge cariño. -Digo mirándole de reojo.

Continuamos con las presentaciones. Al parecer Carrie, la hermana de Tom, también está por aquí con su novio, ya me la presentarán.
Os preguntaréis que de dónde han sacado el alcohol. Pues muy sencillo, se lo han pillado a los monitores. Este campamento es para adolescentes por lo que los monitores pasan de nosotros, y el director sólo se pasa por las mañanas de vez en cuando. Es un campamento extraño, pero mejor así.
Ya he perdido de vista a Dougie, en realidad he perdido de vista a todos, tampoco me preocupo en estar con ellos, esto es una fiesta y aquí unos viene a divertirse.

 -Hola, preciosa. -Dice un chaval a mi espalda.
 -Adiós.

Intento irme de aquí, pero el crío agarra mi brazo.

 -¿Adónde te crees que vas?
 -A cualquier sitio donde no estés tú.
 -¿No quieres pasar un buen rato conmigo?
 -No, gracias.

Intento alejarme de nuevo, pero él continua sujetándome.

 -Oh, vamos, si te lo pasarás bien.
 -No te lo niego, pero no me apetece, otro día.
 -Eso ya me lo ha dicho más de una.
 -Pues aplícate el cuento, machote. -Le doy varias palmaditas en la espalda.

Vuelvo a intentar deshacerme de él, pero una de sus manos vuela a mi cadera y la otra acaricia mi mejilla. Su rostro se acerca cada vez más al mío, apesta a alcohol, pero yo no me aparto, no sé si será efecto del alcohol o qué, pero no hago nada para impedir aquello.
Yo no. De eso ya se encarga Harry.

 -¡Ey, tíos! Qué bien os lo montáis, ¿eh?

Coloca cada brazo alrededor de nuestros cuellos .En el fondo se lo agradezco, puede que no hiciera nada para impedirlo, pero no quería que eso pasara.

 -Buah, pierdo el tiempo aquí. -Quita el brazo de Harry y se va dejándonos a los dos. 
 -¿Qué he hecho?
 -Más de lo que imaginas, Harry.
 -Perdón.
 -No, no, gracias por aparecer.
 -Oh. En ese caso... ¿Me concede este baile, señorita? -Hace un intento de reverencia y me ofrece su mano.
 -Pero, ¿qué? JAJAJA. Harry, por favor...
 -¿Qué? Aunque parezca que no, sé bailar.
 -Y no te lo niego, pero... No es momento de bailar ahora.
 -¿Cómo que no? Ven.

Agarra mi mano y me aleja del grupo de gente. Hace unos cuantos pasos de baile que no tienen ningún sentido y me invita a bailar. Un baile que no tiene nada que ver con la música que hay de ambiente, pero... ¿por qué no pasar un buen rato?
Pero antes de que vuelva a agarrar su mano de nuevo, otra persona agarra la mía. Un pecoso con el don de joder momentos.

 -Te la robo.
 -Joder, Dan, que siempre te llevas a todas.
 -Lo siento, tío, hay más por ahí.

Harry vuelve al grupo y Danny me lleva a un lugar más alejado.

 -¿Se puede saber a dónde coño me llevas?
  -Ya lo verás.

Se gira para giñarme un ojo y continua arrastrándome hacia algún sitio que desconozco. Se para frente a un tronco que hay en el suelo y me invita a sentarme en él. Y yo, como una niña obediente, le hago caso. No sé por qué, pero le hago caso. 
Aparece con más alcohol y se sienta a mi lado.

 -Antes hemos dejado un tema pendiente. -Dice bebiendo un trago y ofreciéndome la botella. 
 -No sé de qué me hablas. -Bebo un trago y se la ofrezco de vuelta.

Me mira con ojos deseosos. Ambos nos tenemos ganas, ambos hemos cogido el punto y en estos momentos no nos vamos a arrepentir de lo que hagamos.
Se acerca más a mí y mi sonrisa se hace más pronunciada. 

 -A lo mejor te refresca la memoria esto...

Deja la botella en el suelo e intenta romper la poca distancia que nos separa. Pero poso mi mano sobre su pecho empujándole levemente hacia atrás.

 -No creo que sea un buen momento. -Digo sonriendo.
 -Tienes una sonrisa preciosa.
 -Bebe y calla.

Le meto la botella en la boca y bebe un buen trago.

 -Sé que quieres violarme, no hace falta que me emborraches para eso, yo puedo fingir que no me gusta. -Dice con cara pervertida.
 -Que vicio tienes tú con violar y abusar, ¿no?
 -Es un problema que viene de serie, aunque se me ocurre una manera para solucionarlo... -Vuelve a poner la cara de hace unos segundos.
 -Danny...
 -Bebe y calla.

Esta vez es él el que me mete la botella en la boca, pero por poco provoca mi muerte.

 -Hijo puta, que me ahogas. -Digo entre toses.
 -Lo siento, ya no controlo.

Continuamos bebiendo entre bromas e insinuaciones hasta que estamos lo suficientemente borrachos como para no darnos cuenta de lo que hacemos.

 -Tengo que confesarte algo... -Dice con un tono serio.
 -Miedo me das...
 -TENGO PENE. JAJAJAJAJAJA

Y así es como Hayley pierde el sentido del oído.
En mi vida había oído semejante risa.

 -¿Alguna gilipollez más, señorito Jones?
 -Sólo una más.

Una sonrisa aparece en su rostro y automáticamente aparece otra en el mío. Acorta la distancia que nos separa y roza sus labios con los míos. Movimientos lentos y rápidos, un amargo sabor a alcohol de fondo y dos lenguas jugando al compás. Un beso, dos, tres... Cada vez la temperatura de nuestros cuerpos aumenta, y no sólo por el efecto del alcohol. Mete su mano por debajo de mi camiseta acariciando mi cintura. Separo mis labios de los suyos y le regalo una sonrisa juguetona. 
Sus ojos brillan más que de costumbre y acaricio sus labios levemente con la yema de mis dedos.

 -Vamos a otro sitio. -Dice robándome otro beso.

Beso del que no sólo somos espectadores nosotros dos.

 -¿Hayley?
 -¿Tom? ¿Eres tú? -Digo girándome para toparme con esos ojos color miel. 
 -Claro que soy yo.
 -Mañana hablamos más tranquilamente, ¿va? Que tenemos un asunto pendiente Hayley y yo.

Intenta ponerse en pie, pero por poco se cae de la borrachera que lleva encima.

 -No vais a ningún lado.
 -Oh, vamos, Tom, nunca te metes en estos temas.
 -No te acuerdas de lo que hemos hablado hoy, ¿no? ... Cómo te vas a acordar, si estás borracho... Anda, tira para la habitación.
 -Pero Tom.
 -Ni Tom, ni mierdas, vamos. -Agarra a Danny del brazo y le ayuda a mantener el equilibrio. -Lo siento, Hayley, créeme que no es buena idea esto.
 -No... No entiendo nada. -Digo realmente confusa.
 -Ya lo entenderás.
 -Eso espero. Bueno, me voy yo también, no hago nada aquí sola.

Dicho eso, después de ese pequeño percance, dejamos todos la fiesta y nos subimos cada uno a nuestra habitación.
Un día menos en este campamento. Ahora es cuando realmente empiezo a divertirme.