sábado, 12 de enero de 2013

Capítulo 16: "Las buenas amistades también acaban"

Noto cierta decepción en su mirada, ¿por qué?

 -Oh... Vaya, no... no me lo esperaba. -Dice soltando un largo suspiro.

Prefiero no insistir, aunque me muero de ganas por saber qué es lo que es esconde.

 -Ven a desayunar conmigo. -Me ordena sacándome de mis pensamientos.
 -He quedado con tu hermana.
 -Pues desquedas, pero yo quiero desayunar contigo.
 -¿No estarás intentando volver a abusar de mí? -Alzo una ceja, insinuante.
 -¿Abusar de ti? -Suelta una carcajada, olvidando la conversación de antes- Yo nunca he abusado de ti, nena.
 -Me emborrachaste. -Digo divertida disimulando una sonrisa.

Este tema de conversación me agrada más, ese lado juguetón y divertido de Danny es arrebatadoramente tentador.

 -Bueno, vale, lo admito, quería emborracharte, y si no nos hubiera interrumpido Tom, hubieras acabado en mi cama. -Sonríe de medio lado- Pero creo recordar que cuando acabé en tu cama estabas totalmente sobria.
 -¿Y cómo es que estás tan seguro de ello? -Frunzo el ceño, divertida.
 -Yo lo sé todo, nena. -Dice con aires de superioridad.

Se para en seco y lo miro desconcertada. Miro a mi alrededor y estamos enfrente del lago, varios recuerdos acuden a mi mente. Sonrío tiernamente, gracias a él este campamento está siendo algo que no creí que fuera posible. Él me hace sonreír en todo momento. Él me está devolviendo a mi niñez, una niña despreocupada.
Me gustaría saber más acerca de Danny.

 -¿En qué piensas? 
 -En ti.

Esos dos monosílabos salen de repente de mi boca sin poder retenerlos. Danny se queda boquiabierto, pero pronto sus labios dibujan una sonrisa tímida y encantadora. Me cuesta aguantarle la mirada en estos momentos, me intimidan sus grandes ojos. Finalmente, acabo rompiendo el contacto visual y miro al suelo, derrotada y avergonzada.
¿Qué estás haciendo con la Hayley Bourne que entró hace apenas unos días?

 -¿En mí? ¿Eres la misma Hayley que me ha mandado a la mierda todos estos días?

Suelto una risa nerviosa.

 -Supongo.
 -¿En qué pensabas... sobre mí? -Pregunta con interés, demasiado interés.
 -Demasiadas preguntas por hoy, señorito Jones.
 -Nunca son demasiadas, señorita Bourne.

Sonríe divertido y un brillo baña sus ojos. Sé sus intenciones, son claras, y me viene una sensación y un recuerdo familiar. 
En un movimiento muy rápido me coge en peso pasando sus brazos por mi espalda y mis piernas. 
Pero en ese momento no estamos solos.

 -Vaya... Ver que mi amigo y mi chica se llevan bien es todo un placer.

Danny me suelta de pronto y nos giramos sobre nosotros mismos. Es Phil.

 -¿Tu chica? Yo no soy tu chica. -Espeto.
 -Oh, claro que lo eres, no te engañes.
 -Yo seré tu chica cuando yo diga que soy tu chica, no decidas por mí, confórmate con todas las tías que hay aquí.
 -Hola de nuevo, Hayley. -Susurra Danny y me arranca una sonrisa a pesar de la tensión que se respira.
 -Cállate. -Le doy un leve codazo sin desviar la mirada de Phil que se acerca a paso lento.
 -¿Qué hacéis aquí tan pronto? -Dice con cautela.
 -Lo mismo que tú. -Contesto borde.

Se acerca más a nosotros y coloca cada brazo alrededor de nuestros hombros. Me incomoda, necesito irme.

 -Me voy a desayunar. -Digo de mala gana deshaciéndome del brazo de Phil.
 -¿Y mi desayuno? -Pregunta Danny desconcertado.
 -Vicky.

Le contesto secamente mientras me alejo de ellos, no puedo estar en esa situación, la tensión se puede cortar con un cuchillo. Miedo me da dejarles solos, sobretodo conociendo a Phil, aunque... son amigos, ¿no?
Finalmente me voy a la cafetería olvidándome de ellos.

 -Danny, te conozco. -Dice Phil con tono amenazador.
 -¿A qué viene eso? Ya sé que me conoces, al igual que te conozco yo a ti. -Espeta.
 -No te acerques a Hayley. 
 -Tú no eres quien para decirme con quien debo juntarme.
 -No lo digo por ti, Danny, lo digo por ella. Déjala en paz.
 -No voy a dejarla. Tú eres el que debería irse de aquí, Phil.
 -No me iré de aquí sin ella. 
 -Contigo no irá a ningún lado, no te engañes.
 -¿Cómo es que estás tan seguro de eso? La tengo comiendo de mi mano, Danny, asúmelo, es mía. Siempre será mía. Yo la salvé de aquella tortura.
 -¿Como a mí?
 -Exacto. 
 -Entonces no debe seguir contigo. 
 -¿Cómo? -Pregunta Phil abriendo mucho los ojos.

La conversación empieza a torcerse y de ahí no puede salir nada bueno.

 -Me convertiste en un capullo, Phil, seguí todos tus pasos. 
 -¿Me estás llamando capullo?
 -Lo que te estoy diciendo es que no es normal que la abandonaras de esa manera si, según tú, la querías.
 -Veo que te ha contado cosas sobre mí. -Sonríe irónico.
 -Sí. -Contesta Danny secamente.
 -¿Y la crees?
 -¿No debería? -Levanta una ceja.

Phil suelta una carcajada y mira a Danny serio.

 -No te creas todo lo que te dice una enferma.
 -¿Enferma? -Pregunta atónito.
 -Oh, entonces no te lo ha contado todo, ¿no? Yo no voy a hablar de ella, Danny, pero antes de creer todo lo que te diga, infórmate de quien es.
 -¿Qué quieres decir? -Dice desconcertado.
 -He dicho que no quiero hablar de ella, solo quiero que te alejes.
 -¿Por qué? Solo soy su amigo, uno de los pocos que tiene aquí. -Dice desviando la mirada hacia el suelo.
 -¿Ya te has encaprichado?
 -¡No! -Miente- Soy demasiado cabrón para ella.
 -Hasta tú mismo lo reconoces, Danny.
 -Yo por lo menos soy consciente de ello, Phil.
 -¿Qué insinúas? -Pregunta tensando la mandíbula.
 -Que tú eres igual de cabrón que yo. Competíamos por las tías de nuestro instituto como si fueran objetos o premios. Tal vez eres tú el que no debe acercarse a Hayley.
 -Ella me quiere. -Añade Phil convencido de sus palabras.
 -Te quiere porque la tienes hipnotizada, Phil, no conoce a tu verdadero tú, por eso te quiere.
 -¿Insinúas que te quiere a ti?
 -No. -Contesta con dolor en sus palabras.

Phil suelta una carcajada.

 -Es cierto, ¿quien va a quererte? Ni tu padre te quiere.

La mano que Danny tenía cerrada en un puño desde hace rato, acaba en la nariz de Phil, dejándola rota.

 -¿Pero qué haces, gilipollas?
 -No nombres a mi padre.
 -Acéptalo, Danny, os abandonó.

Danny continúa pegandole, le revienta el puó en la mandíbula y este cae al suelo.

 -Aléjate de Hayley. -Espeta Danny.
 -Para mí estás muerto, Danny. ¡Muerto!
 -Bien.

Y Danny se va dejando a Phil en el suelo.

Veo a Danny pasar por al lado de la cafetería, gracias a los grandes cristales que semejan una pared. Lo observo y lo miro boquiabierta temiéndome lo peor. Me fijo en su mano manchada de sangre y mis sospechas son ciertas. Danny fija su mirada en mí y mi corazón vuelve a encogerse. Dirijo mi mirada hacia Vicky, que está pidiendo otra magdalena, suspiro aliviada, menos mal que no ha visto a su hermano así. 
Me acerco a ella y la aviso de que me tengo que ir, que me acaba de surgir algo. Ella asiente y me sonríe con una mirada tranquilizadora.
Salgo rápidamente de la cafetería y me acerco a Danny que sigue caminando a paso lento.

 -Danny... Danny, ¿qué ha pasado?

Se para y se gira, y me mira con ojos ardientes. Con odio hacia sí mismo.

 -Nada.
 -Danny, ¿qué coño ha pasado?
 -No ha pasado nada, Hayley, no te preocupes, vuelve con Vicky.
 -¿¡Qué cojones ha pasado!? ¡Estás sangrando!

Mira su puño cerrado y contempla la sangre de sus nudillos.

 -Esta sangre no es mía. -Dice con toda la tranquilidad del mundo.

Me desespero por momentos, tengo los nervios a flor de piel.Quiero saber qué ha pasado. Necesito saberlo.
Mira su otro puño y cierra los ojos.

 -Esta sí. -Añade.
 -¿Es de Phil? -No contesta- Danny, ¿de quién es? Cuéntamelo ya. Por favor.

Las lágrimas bañan mis ojos pero no dejo que se derramen, tengo miedo. No conozco a Danny, no sé de qué ha podido ser capaz. ¿Y Phil? ¿Dónde está Phil? 
Vuelve a fijar la mirada en mis ojos llorosos y el gesto de su cara cambia. Vuelve a mirarse el puño y de nuevo fija sus ojos en mí. ¿Qué le pasa? 
Noto la tristeza en su mirada, por fin hay expresión en su rostro.

 -Sí, es de Phil.
 -¿¡Dónde está!?
 -La última vez que lo vi, estaba en el lago. Ahora no lo sé. -Contesta seco.

Pienso en ir a buscar a Phil, pero entonces caigo en la cuenta de que él nunca ha estado cuando más lo he necesitado, en cambio, Danny sí. Y sé que me necesita ahora.

 -Vamos a curarte eso, ven.

Me mira sorprendido, lo más seguro es que pensara que me iría con Phil en vez de con él.
Le cojo de la mano y me lo llevo al baño de mi habitación. Abro el grifo y meto sus manos en el lavabo, pero ver la sangre, por poca que sea, deslizarse por el lavabo junto con el agua del grifo, hace que un recuerdo no bienvenido venga a mi mente. Mi mirada se pierde y me quedo bloqueada. Sacudo rápidamente la cabeza varias veces bajo la atenta mirada de Danny.

 -Sigue tú, cuando acabes avísame para que te cure la mano.

Salgo del baño sintiendo la mirada de Danny en mi nuca, me siento en el borde de la cama y suspiro. Me remango la chaqueta y miro mi brazo derecho con odio. Cierro los ojos y acaricio una de las cicatrices que me provoqué en mis intentos de suicidio. 
Abro los ojos y veo que está Danny apoyado en el marco de la puerta, me bajo la manga rápidamente y me pongo en pie disimulando.

 -¿Ya? -Pregunto con una sonrisa nerviosa.

Él tan solo asiente, confundido. ¿Me habrá visto las cicatrices? Un escalofrío recorre mi cuerpo y me estremezco. 
No quiero que nadie sepa que fui una suicida.




sábado, 5 de enero de 2013

Capítulo 15: "Aléjate de él"

6 de julio de 2003

Suena la alarma de mi móvil. Las 8. Necesito pensar. Me desperezo y me estiro dando la cara a la ventana, parece que hoy hace un tiempo apropiado para una ciudad apropiada. Me siento en el borde la cama y froto mis manos contra mi cara, tengo dos horas antes de ir a desayunar con Vicky.
Saco unos vaqueros, una camiseta de tirantes y mi ropa interior y lo dejo sobre la cama. Saco una toalla y me meto en el baño. Tras una larga y relajante ducha, salgo envuelta en la toalla. Me visto y me hago una coleta, no me apetece ponerme a secarme el pelo ahora. Guardo el móvil en un bolsillo del pantalón y la llave de la habitación en el otro. Me pongo una chaqueta negra básica y dejo la habitación. 
Camino por el campus pensando en todos estos días. La verdad es que no he tenido mucho tiempo para mí, ayer pasé la tarde con Dougie, contándole que Phil ya estaba aquí después de tanto tiempo sin verle. Su cara mostraba pánico y sorpresa, sé que no quiere que sufra más y menos por tíos como Phil. 
Phil... ¿Qué estoy dispuesta a hacer por Phil esta vez? Su mirada es diferente, se le ve arrepentido. Pero, ¿debo dejarme guiar por lo que veo ahora o por lo que ya sucedió? Está claro que si no llega a ser por Danny, hubiera besado a Phil, pero, ¿era eso lo que quería o volvía a cegarme su mirada impenetrable? Tengo tantas respuestas que resolver que no sé ni por donde empezar. 
Luego está Harry. Demasiado cariñoso conmigo, no sé si es que es así en verdad o es que se está encariñando conmigo. Si es la segunda opción, debo pararle cuanto antes, solo espero que sea así por naturaleza. 
Y Danny...

 -¡Hayley!

Hablando del rey de Roma... 
Me doy la vuelta y me acerco a él despacio mientras él hace el mismo movimiento.

 -¿Qué pasa?
 -¿Podemos hablar?

Se pasa una mano por el pelo, nervioso. Asiento, y me mira sorprendido.

 -¿En serio?
 -Sigo enfadada contigo, y hasta que no me expliques por qué lo jodiste todo en el último momento no dejaré de estarlo, pero veo una tontería dejar de hablarte cuando tenemos amigos comunes.
 -Me alegro que pienses así, creo.

Asoma una sonrisa que intenta disimular.

 -Además, -continúo hablando- se te coge cariño, y fuiste el primero en el que confié. Sería por algo, no me hagas volver a cambiar de opinión.

Sonríe con más intensidad, pero de repente su mirada se vuelve fría y oscura y su sonrisa de chico despreocupado desparece. 

 -Hayley, tienes que alejarte de Phil.
 -¿Qué?

Mi boca dibuja una perfecta O y lo miro atónita esperando a que se explique.

 -Demos una vuelta.

Asiento con inseguridad, en el fondo quiero saber por qué quiere que me aleje de Phil. Qué sabe que yo no sé y debo saber.
Andamos en silencio durante un largo rato, no es un silencio incómodo, pero es raro ver a Danny tan callado y tan serio. No lo conoceré del todo, pero lo poco que sé de él es que siempre está sonriendo. Y ahora su rostro refleja cualquier sentimiento excepto la alegría.

 -Verás, Hayley... -Comienza a hablar no muy convencido de sus palabras- Phil me convirtió en lo que soy ahora.
 -¿Qué quieres decir? 

Lo miro sorprendida, él sigue mirando al frente mientras caminamos a paso lento. Tuerce el gesto y frunce el ceño, duda si seguir hablando del tema o no. Pero decide continuar, parece que ha recordado que yo confié en él y quiere debérmelo de alguna manera. 

 -Eh... Yo no era así, Hayley, yo no iba detrás de ninguna tía antes, nadie se acercaba a mí. Se metían conmigo por mi pelo, mis gustos, mi ropa e incluso mis pecas. -Me dirige una mirada fugaz y consigue que el corazón se me encoja- Entonces llegó Phil, y... ya no eran los demás los que se reían de mí, sino yo, yo me reía y me metía con cualquiera que estuviera solo o que pareciera friki. Me convirtió en un verdadero capullo.

Vaya... Parece que no he sido la única que no ha podido resistirse a los encantos de Phil. Así que antes de ser lo que es ahora, era como yo. 
Cualquiera lo diría.

 -Pero no venía a decirte esto. -Interrumpe mis pensamientos- Es más, no sé por qué he dicho nada, pero... Solo te advierto de que Phil no es bueno para ti.

Abro la boca para contestarle pero me paro en seco. Tiene razón, aunque no me agrada que me digan con quien debo o no juntarme, en este caso tiene razón. No es bueno para mí.
Dirige la mirada hacia mí y clava sus fríos ojos en los míos.

 -Ya te jodí yo lo suficiente, más de lo que estabas, y no quiero que vuelvas a caer ahora que te veo llorar menos.

Abro mucho los ojos, ¿de verdad que no estoy soñando?
Me dispongo a hablar pero no me deja.

 -Phil y yo competíamos por acostarnos con el número máximo de tías del instituto, y no creo que haya cambiado en tan poco tiempo.
 -¿Y tú sí? -Pregunto bastante borde.

Le sorprende el tono de mi pregunta después de haber estado callada tanto rato. Cierra los ojos, suspira cansado e intenta no alterarse.

 -No, Hayley, yo tampoco he cambiado. Solo tienes que recordar cómo te entré y cómo iba detrás tuya intentando que cedieras.
 -Y cedí. -Contesto avergonzada.
 -Pero me costó lo suyo. -Sonríe de medio lado mientras se pasa una mano por la nuca.

Me arranca una sonrisa, y esta vez me toca hablar a mí.

 -¿Por qué te preocupas tanto por mí?
 -Porque me importas, ya te lo dije hace tiempo.
 -Pensé que utilizabas tus armas de seducción para llevarme a la cama.
 -Y lo conseguí. -Me guiña un ojo y aparece una sonrisa traviesa en su rostro- Pero también era la verdad.

Me cuesta creerle, han jugado mucho conmigo, pero una parte de mí asegura que no miente. Me mira sonriente y con sinceridad en sus ojos.

 -Entonces... ¿Tú crees que debo alejarme de Phil?
 -No digo que debas, no soy quien para obligarte, solo te digo que tengas cuidado con él, sé como es.
 -No eres el único. -Digo inconscientemente en voz baja.
 -¿Eh?
 -Nada, nada, que gracias.
 -No las des, nena.

Caminamos otro rato en silencio. Pienso en contarle mi aventura, por llamarlo de alguna manera, con Phil. Pero no me decido a hacerlo. 
Danny vuelve a interrumpir mis pensamientos.

 -¿Conocías a Phil antes? Os vi muy juntos y tú no dejas que nadie se te acerque a primeras. -Dice bromeando.
 -Eh... Sí.
 -¿De qué? -Pregunta serio e intrigado.
 -Tú no te andas con rodeos, ¿no? -Digo alzando una ceja.
 -Ya me conoces, muñeca. 
 -Phil y yo... -Mi sonrisa desaparece y la suya también, nota mi incomodidad pero sé que quiere saberlo todo- Fuimos novios. O eso quise creer.

Ahora es su boca la que dibuja una perfecta O. 

 -¿Tú y Phil? -Pregunta incrédulo. 
 -Sí. ¿Tanto te sorprende?
 -No, es que... Nos lo contábamos todo, era como un hermano, y me ha extrañado que, bueno... que se saltara esa parte.
 -A mí no me extraña tanto.
 -¿Por qué?

Vuelvo a dudar. Pero hemos llegado a una parte de la conversación en la que no hay marcha atrás.

 -Danny, yo era como tú.

Me mira intrigado, sin saber realmente a que "él" se refiere, si al de ahora, o al que sufrió bullying. 

 -Estuve sola, totalmente sola después de la muerte de David. No era agradable con nadie, la gente se metía conmigo una y otra vez hasta que decidí pasar de ellos, solo querían echarse unas risas a mi costa. -Danny parece realmente interesado, y algo en su mirada me dice que me entiende perfectamente- Entonces Phil entró en mi vida tal y como entraste tú, insistiendo e insistiendo, tal vez insistía menos que tú. -Sonríe tiernamente- Él consiguió que la gente me respetara, por lo menos el tiempo que estuvo conmigo. Luego me dejó y ya me encargué yo sola de volver a ser la que era.
 -Vaya... Una historia bastante parecida a la mía. Solo que yo tuve la ayuda de Tom, me ayudó a ser menos cabrón.
 -A mí me has ayudado tú.
 -¿Yo? -Se rasca la nuca nervioso. 
 -Sí. Confiar en ti y saber que, por una vez, nadie se ríe de mí, ayuda.

Sonríe satisfecho pero no dice nada más. Supongo que aquí termina esta conversación. Pero hay una cosa que todavía me ronda en la cabeza.

 -¿En qué piensas?
 -En nada importante.

Alza una ceja y me mira con cierto brillo en sus ojos.

 -¿Qué?
 -¿Seguro que no piensas en nada? Porque a mí se me ocurren un par de cosas que podríamos hacer.
 -Danny...
 -¿Qué? Aunque dijera que no debería haber pasado lo que pasó, no significa que no quiera volver a hacerlo.
 -¿Por qué pensaste que no debería haber pasado? -Pregunto sin rodeos, esa pregunta llevaba en mi mente mucho tiempo esperando a ser contestada. 

En menos de un segundo ese brillo en sus ojos desaparece, y vuelve esa oscura y fría mirada. 

 -Prefiero no hablar de eso ahora, Hayley. Hablábamos de Phil, no de mí.
 -Pensé que ese tema había terminado.
 -No, todavía quiero hacerte una última pregunta. Y ya veremos si te cuento el porqué o no.
 -Dime.

Se queda callado unos segundos, formulando bien la pregunta e intentando convencerse a sí mismo si es una buena idea preguntar lo que tiene en mente, lo que le lleva comiendo la cabeza desde que nos vio juntos a Phil y a mí. Y, que ahora, sus sospechas podrían ser ciertas.

 -¿Estás enamorada de Phil?

Esa pregunta me deja totalmente descolocada, no me la esperaba, la verdad.

 -Eh... No lo sé.
 -¿No lo sabes? ¿O no me lo quieres decir? -Pregunta con recelo.
 -¿Por qué no querría decírtelo? -Pregunto frunciendo el ceño.
 -Porque piensas que puedo contárselo.
 -Danny, en ningún momento he pensado que todo lo que te he contado se lo vayas diciendo a alguien por ahí, lo sabes desde que te conté lo de David, sino, no hubiera confiado en ti nunca.
 -¿Entonces? -Abre mucho los ojos y levanta las cejas.

Miro al frente y me quedo pensando, ¿por qué será tan importante para él contestar a esa pregunta? 

 -Sí, sigo enamorada de él.