sábado, 14 de abril de 2012

Capítulo 7: "Un amigo es una sola alma dividida en dos cuerpos"


Rompo a llorar, pronunciar su nombre en alto me hace sentir como una muñeca de porcelana cuando cae al suelo. Rota por dentro. Rota por fuera. Sin arreglo.

 -¿David? ¿Quien es David? ¿Tu hermano? ¿Tu padre? -Dice con pena en sus ojos.
 -Un... Un amigo.

No puedo hablar. Me duele en el alma hablar de él. A nadie le conté nada sobre él después de su muerte.
Aunque en el fondo, lo que necesito es contarlo, lo sé, necesito que me ayuden a superar esto. Llevo guardando esta historia años.


Flashback
5. Mayo. 1996

Vamos al hospital, ayer también fuimos, David sigue durmiendo allí, no sé por qué, no me lo quieren decir. Dicen que se pondrá bien y que volveremos a ir al parque juntos como siempre. Yo quiero que se despierte ya, lo he intentado pero no lo consigo.
Entramos donde están las enfermeras sonrientes. 
Voy corriendo a la habitación de David, ¿se habrá despertado ya? Eso espero...
Pero no. Sigue dormido.
Mis padres están fuera hablando con los padres de David, están muy tristes los cuatro. Su madre llora, no sé por qué, por David no es, me dijeron que se pondría bien.
Voy al lado de su cama y me siento en ella, como hago todos los días.

 -David, despierta. 

Le muevo el brazo, pero sigue igual.

 -Vamos, David, me aburro mucho sin ti, no sé qué hacer, los de clase me dan de lado...

Suena un "piiiiii" que no sé de donde viene. Karen y Adam, los padres de David, entran en la habitación muy rápido. Empiezan a llamar a los doctores y enfermeras, y Karen y mi madre se ponen a llorar. ¿Qué pasa? ¿Por qué llora todo el mundo? Me sacan de  allí. No. No quiero, quiero estar con él.
Lloro. Lloro mucho y mi padre me abraza.

 -No pasa nada, cariño, todo saldrá bien. -Acaricia mi pelo.
 -¿Y... Y por qué mamá llora? ¿Por qué han entrado los médicos donde está David? ¿Por qué David no se despierta? Yo quiero estar con él...
 -Y volverás a estar con él. Te lo prometo.

Fin flashback


Nunca más volví a verle. Se fue. Se fue y me dejó sola. Pero nunca olvidaré el día en el que apareció después de su muerte. Historia con la que llevo soñando aquel 9 de mayo de 1996.


Flashback
9. Mayo. 1996

Voy con mis padres al cementerio, donde hay muchas piedras, todas iguales. Algunas tienen flores y otras no. David murió. Se fue al cielo el día en el que mi padre me dijo que volvería a verle y a jugar con él. 
Mi madre dice que allí está mejor. Pues yo quiero ir con David allí. 
Nos paramos delante de una piedra, dejan unas flores muy bonitas, se quedan mirando un rato esa piedra, y se van. 
Yo me quedo leyendo lo que pone en ella. Es un nombre y unos números: David Harper. 7/9/1986 - 5/5/1996.
Es... Es la piedra de David. Aquí mismo está él. Empiezo a llorar. Le echo muchísimo de menos.

 -David... Me prometiste que siempre ibas a estar a mi lado, que siempre íbamos a estar juntos. Ibas a cuidar de mí, me prometiste que nunca me ibas a dejar. Mi padre me prometió que volvería a verte y a jugar contigo... Ya no creo en las promesas. Tus promesas y las de mi padre sólo han sido palabras. Yo... Yo quiero que estés aquí ahora. Quiero que me abraces. Fuiste mi único amigo, quiero ir donde tú estás ahora. -Digo con lágrimas en los ojos.
 -Hayley, siempre estaré a tu lado.
 -¿Q... Qui... Quien ha dicho eso?
 -Yo. David.
 -¡No! ¡Él no está aquí! ¡Me dejó! ¡Me prometió que estaría siempre conmigo y ya no está! ¡Se ha ido para siempre!
 -No me he ido... Siempre estaré contigo. No quiero que llores. ¿Te acuerdas de lo que te dije una vez? Un amigo es una sola alma dividida en dos cuerpos. No lo olvides. Yo sigo contigo, nunca me separaré de ti.
 -¿David?
 -No me olvides nunca.

Fin flashback


Y tal como vino, se fue. Nunca llegué a verlo, pero sí lo sentía.

 -¿Hayley? -Pregunta Danny a mi lado.

Le miro. Su cara muestra... ¿miedo?

 -Llevo llamándote un buen rato, pero no dejabas de llorar y de mirar al frente.
 -Yo... Lo... Lo siento.
 -¿Necesitas hablar?
 -No lo sé.
 -Estoy aquí, ¿vale?

Me abraza y lloro contra su pecho con más intensidad, mojándole gran parte de su camiseta.

 -Le echo de menos... -Digo aun llorando.
 -¿A David?
 -Sí...
 -Sshh. Tranquila.

Me separo de él bruscamente.

 -No... No puedo. No puedo tranquilizarme, joder. Que son 7 años pensando en lo mismo. Que seguro que pensarás que estoy loca por no haberlo superado, pero es que fue mi único amigo, y se fue dejándome sola. Recuerdo cada minuto a su lado. Todo, me lo enseñó todo en esos 7 años de amistad. Lo nuestro no era una amistad realmente, teníamos una conexión que nadie entendía, ni entenderá.
 -¿Es eso lo que te hace llorar cada día?
 -Entre otras cosas...
 -Dicen que contando tus problemas, cicatrizan antes las heridas. Cuando estés preparada me lo puedes contar.

Miro hacia el horizonte y comienzo a hablar. Me da igual si hago bien o mal en hacerlo, necesito hacerlo. Necesito curar esas heridas. David me dijo que no sufriera, que él iba a estar bien.

 -Con 3 años conocí a David. Fue el único que quiso acercarse a mí  para ser mi amigo. En siete años, nos hicimos inseparables, íbamos todos los días al parque, nuestros padres nos apuntaron en el mismo colegio, pasábamos casi las 24 horas del día juntos.

Danny me mira atentamente, observa cada movimiento que hago al pronunciar una palabra.

 -Hace 7 años, en una excursión, él cruzó sin mirar y un coche lo arroyó. Todos creímos que había muerto en el acto, pero no, él era fuerte. Entró en coma al día siguiente. Lo íbamos a ver todos los días, yo pensé que estaba dormido y lo intentaba despertar. -Sonrío con melancolía recordando ese momento. -Pero nunca despertó. Meses después, murió.

Cierro los ojos intentando, así, que cesen las lágrimas, pero no lo consigo. Caen con más intensidad.

 -A los pocos días, fuimos al cementerio para llevarle flores. Cuando mis padres se fueron, yo me quedé, y lo sentí. Sentí a David a mi lado, hablándome.

Miro a Danny que me mira con una cara inexpresiva. Sus ojos están acuosos y su boca abierta. Diría que es tristeza, pero está como una piedra. Helado.

 -¿Q... Qué lo sentías? -Por fin articula palabra.

Vuelvo a mirar al horizonte.

-Sí. Me hablaba, me susurraba, me acariciaba. Me dijo una frase que jamás olvidaré. "Un amigo es una sola alma dividida en dos cuerpos". Cuánta razón tenía. -Vuelvo a sonreír. -Pero al cabo de unos meses, me dejó. Dejé de sentirlo, dejé de oír su voz, sus susurros, dejé de notar sus caricias. Me volvió a dejar. Sola. Los de mi clase y los de las demás me echaban la culpa de lo que pasó aquella mañana, porque al fin y al cabo, yo estaba con él. Me creía todo lo que me decían, a pesar de que David me dijera que no, que no los escuchara, que mentían. Pero era pequeña. No sabía a quien creer, si a un fantasma que era producto de mi imaginación o a gente real que vieron lo que pasó. Y aquí estoy, intentando aparentar ser fuerte.

Vuelvo a mirar a Danny con una sonrisa partida en la cara. Intenta esconder sus lágrimas que luchan por salir de sus lagrimales.

 -No... No sé qué decir. Yo... 
 -No hace falta que digas nada. Yo necesitaba que alguien me escuchara y las hecho.
 -Joder, yo... Joder. No me esperaba algo así. Lo siento mucho, de verdad.
 -No lo sientas, no hay nada que sentir. Ahora él está en un lugar mejor, y yo estoy con gente con la que merezco estar.

Le sonrío y me devuelve la sonrisa.
Nos quedamos mirándonos a los ojos. Debajo de esa mirada triste, hay una mirada que no me gusta nada, sé que quiere ir a algo más, sólo hay que tener en cuenta qué quiso hacer la primera vez que nos conocimos.  Mi mirada tan sólo expresa agradecimiento. Y es lo único que debe expresar.

1 comentario:

  1. Capítulo 7.

    No comprendo como 24 personas han leído esto, han seguido tus palabras, tu historia, han caído con David y llorado con Hayley, y ninguna se ha dispuesto a comentarlo.

    Este capítulo es precioso, Laura, y un me encanta se queda demasiado corto. La historia de David es probablemente más importante de lo que la mayoría de la gente piensa. Esto es una historia, para que voy a pensar en ello, no tiene importancia, pensarán.
    Sí, es una historia. Una historia que sucede día a día en todo el mundo. Niños en coma, padres que lloran, y amigos con una sola alma que quedan separados sin remedio. ¿Sólo una historia? Yo creo que es mucho más que eso. Cualquier historia no es más que un reflejo de la realidad en la que vivimos. El reflejo de la realidad en la que vivimos es algo que tiene que afectarnos, que debe afectarnos. Porque aunque no lo parezca, a lo mejor darnos cuenta de la cantidad de niños, padres, abuelos que se han ido sin porqué, daría algo de esperanza a alguien como Hayley. A esas niñas y niños que creen que su único o mejor amigo les ha dejado sin decir adiós porque no tenía mejor cosa que hacer. Puede, sólo puede, que tuvieran un rayo de luz, porque no están solos. Porque yo les entiendo y les apoyo. ¿Alguien más lo hace? No lo sé. Yo te digo que acabo de reflexionar todo esto gracias a tu SIMPLE historia. Por no decir preciosa.

    No siempre se van para dejar solos a los que se quedan. A lo mejor ni siquiera se van. Aunque dejes de notarlos, siguen ahí. En tantas fotos, momentos, recuerdos, palabras, frases, sitios. En todo el mundo. No hay persona que no merezca ser recordada. Dediquemos un minuto a pensar en esos David y Hayley que hay por el mundo, y perdamos un minuto de pensar en de qué color quiero mi próxima camiseta.

    Sólo eso. Podría escribirlo más largo. Aún puedo decirte hay lágrimas que caen por esas palabras que has escrito, personas a las que les ha marcado esta historia y la llevarán siempre, aunque no quieran. Aunque acabe de empezar. Yo seré una de ellas, David siempre estará conmigo, no te preocupes, lo cuidaré.

    IGual que la mirada da Daniel, mirada con la que hay que tener cuidado.

    Van conmigo, Laura. Sólo necesito que sonrías. Te quiero muchísimo, pequeña.

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