miércoles, 18 de abril de 2012

Capítulo 8: "Tu nerviosismo te delata, rubito"

 -Bueno, creo que debería irme ya.

Me levanto y me seco las lágrimas con la manga de mi chaqueta.

 -¿No vienes con nosotros? -Pregunta levantándose.
 -No.
 -¿Por?
 -Tengo que ir a ver a Dougie.
 -Ah... El enano rarito. -Dice en un tono bastante molesto.
 -No hables de él en ese tono...
 -¿En qué tono?
 -No te hagas el loco ahora.
 -Encima... -Suspira cansado.
 -Mira, no hay quien hable contigo.
 -Venga, vete con tu amiguito.
 -Olvídame.

Me voy de allí cabreada. No tenía que haberle contado nada, pero tengo que abrir mi preciosa boca y joderlo todo. Ni siquiera sé si se ha quedado ahí quieto o si ha entrado en el edificio. Me importa poco, la verdad.

 -¡Hayley!

Me empieza a gritar y yo continuo andando. Estoy harta de que siempre esté pensando en él y no le importe que puede hacer daño sin que se dé cuenta.

-¡Hayley, espera!

Corre hacia mí, agarra mi brazo y hace que dé media vuelta. Me aparto bruscamente e intento buscar su mirada. Mira al suelo, arrepentido. 

 -Qué quieres.
 -No seas tan cabezota, por favor. Siento haberme puesto así, es que no entiendo que si estás con nosotros, tengas que ir a verle a él. 
 -Él está solo. Ahora mismo no tiene a nadie, sólo a mí, y creo que debería pasar un rato con él. Tú tienes a tu hermana y a tus amigos, no me necesitas. Él sí.
 -Si cambias de idea o te quieres pasar con él, ya sabes donde estamos.
 -Está bien.

Le sonrío sin ganas y me doy media vuelta para continuar mi camino. 
Camino sin prisa, ni siquiera sé donde puede estar Dougie, el campus es muy grande y yo no conozco esto. Después de varios minutos caminando sin dirección, veo una cabeza rubia y otra morena, están sentados en un banco, son una chica y un chic... ¿Dougie?
Vaya, parece que el enano ha ligado. Dejémoslo, pues.
Me alejo de allí sin ser vista, me alegra que Dougie mantenga una conversación con alguien que no soy yo. Que se abra, que hable con la gente, no muerde. La única que gruñe por todo soy yo, y fue con la primera que habló. Pienso si debería volver a la cafetería, si debería conocer al amigo de Danny, que se llamaba... ¿Jerry? Sí, algo así. No soy muy buena para recordar nombres, sólo he tenido un amigo.
¿Cómo será ese tal Jerry? La verdad es que me pica la curiosidad, tal vez sea un pijo o tal vez no...
Nah, no voy, nunca me ha gustado sociabilizarme.
Continuo caminando hasta dejarme caer en un gran jardín, la verdad es que todo el campus en sí está rodeado de un precioso jardín. Me tumbo apoyando mi cabeza sobre mis manos y esturando las piernas. El aire golpea mi cara, provocando así que cierre los ojos y deje mi mente completamente en blanco.
Duermo.
Es lo único que mantiene mi mente despejada,
Al cabo de no sé cuanto tiempo me despierto por el rugir de mis tripas. ¿Qué hora es? Meto la mano en el bolsillo de mi pantalón, pero no hay nada. 
Mierda... El móvil está en la habitación. 
Oigo unos pasos aproximándose hacia mí, me siento sobre el césped y miro hacia atrás, es Dougie. Viene con un bocadillo en su mano. Cuando llega a mi altura, se acomoda a mi lado.

 -Hola. -Dice sonriente.
 -¿Qué haces aquí?
 -Menos mal que estoy acostumbrado a tus borderías.
 -Lo siento.
 -Nah, no te preocupes. Toma, te he traído un bocadillo.

Me tiende el bocadillo y me decida una tímida sonrisa. Le miro extrañada.

 -¿Y esto? 
 -Para que te lo comas.
 -¡No jodas! 
 -Sí jodo.

Ríe son su risa tan peculiar de crío pequeño y yo me limito a sonreír.

 -No, en serio, toma. Han cerrado el comedor, y como no te he visto por allí,`pensé que no habías ido y que tendrías hambre.
 -Pensabas bien, gracias. -Cojo el bocadillo. 
 -Eso no es nuevo. -Dice con una sonrisa de superioridad.
 -Baja de tu nube.

Se me queda mirando esperando algo. 

 -Ya te he dado las gracias...
 -Oh, no, no era eso.
 -¿Entonces? -Digo mordiendo un cacho de bocadillo.
 -¿Por qué no has venido a comer?
 -Me he quedado dormida.
 -¿En serio? JAJAJA.
 -¿Tan raro es? Por cierto, tú me tienes que contar algunas cosas, ¿no?

Le miro desafiante mientras muerdo otro cacho de bocadillo.

 -¿Yo? Ehm... No... ¿por qué?
 -Tu nerviosismo te delata, rubito.
 -No... No sé de qué hablas...
 -Te he visto antes con una chica.

Su tez toma un color rojizo.

 -Bueno, verás... Es que... -Hace una pausa.

Le miro atentamente esperando una respuesta que no llega.

 -¿Te gusta esa chica? -Pregunto al fin.
 - ... -Baja la cabeza. -Sï...
 -Doug... ¿Estás seguro?
 -No... No lo sé, nunca me había sentido así. 
 -Prométeme que no vas a dejar que te hagan daño.

Me sorprendo de lo que acabo de decir, y Dougie parece ser que también, su expresión es un tanto extraña.
Esta es una de las pocas veces que me muestro así, no es normal que me muestre tan agradable en tan poco tiempo.
Va ser verdad eso de que me están cambiando. No, no quiero. Yo no quiero cambiar.
Aún después de este comportamiento tan extraño por mi parte, consigo que asome una sonrisa sincera en su cara.

 -Lo prometo.

Duda si abrazarme o no. Él es tímido, yo una borde. Esto ya se ha dado antes. Pasamos por muchos momentos de tensión, hay confianza por su parte, pero por la mía no, y quiero contarle todo lo que le conté a Danny, pero no puedo, hay algo que me lo impide.
Con Danny exploté, no es que confíe en él plenamente, pero no pude aguantar más y él estaba ahí en ese momento.
Finalmente, me acerco a él y le abrazo. Le pilla por sorpresa, pero segundos después me rodea con sus brazos.

 -Gracias. -Dice separándose de mí.
 -Gracias, ¿por qué? -Pregunto extrañada.
 -Por todo.
 -No las des, somos amigos, ¿no?

Sonríe con timidez y muerdo el último trozo de mi bocadillo.

 -Y dime, ¿cómo es ella?

Sus mejillas vuelven a tomar un color rojizo y mira hacia el suelo mientras se frota las manos con cierto nerviosismo.

 -Es muy guapa y muy simpática... -Hace una pequeña pausa. -Y bueno, se aloja en la habitación de al lado... ¡También le gusta Blink!

Me mira entusiasmado y con cierto brillo en sus ojos. Me gusta verle así.

 -¿Qué más sabes de ella?
 -No mucho, se llama Christine, y... he quedado con ella ahora. No te importa, ¿no?
 -No, ya me contarás qué tal con ella. 
 -¡Claro!

Me da un beso en la mejilla, sin esperarlo, y sale corriendo. 
Y otra vez me vuelvo a quedar sola.

8 comentarios:

  1. Wuauu me encantaaa!! sube prontooo ^^

    ResponderEliminar
  2. Si te soy sincera, no había empezado a leer por aquí por blogger este fic hasta hoy y no sabes cuanto me arrepiento. Mira que no me gusta leer, pero jo Lau, esto es... buf. La protagonista como ya te dije tiene una personalidad que es de libro y hay algunas cosas que me recuerdan a mi. Es increíble, en serio.
    Te quiero amor :3

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Joder, Natalia... Me alegro que te hayas enganchado e.e No, en serio, muchas gracias.
      Bueno, no te preocupes por no haberlo empezado antes, ya sabes lo que te dije, tanto tu fic como este, no acabarán nunca aunque haya un final, sea triste o feliz.
      Te quiero. Mucho. <3

      Eliminar
  3. Joder... lo acabo de leer enterito
    me encanta! escribes genial...
    y me gustan este tipo de historias porque la vida real es asi
    está muy bien, en serio..
    me encanta Dougie (L), Blink, Simple Plan... todo! ^^
    e incluso muchas cosas me recuerdan un poco a mí
    wow... muchas gracias x escribir este fic; ademas ya me ha enganchado
    jaja, aqui tienes una fan más y siguelo pronto!!
    un beso<33

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Un poquito tarde, pero... Muchísimas gracias, de veras :)
      Aish, como me alegra oír eso
      <3333

      Eliminar
  4. Capítulo 8.

    Supongo que me he explayado un poco demasiado en el último comentario, ¿no? Pero era necesario, lo mereces, mereces eso y más.

    Esto no se queda atrás. Adoro el cariño que siente Hayley por el rubito aunque no quiera demostrarlo y sea una borde ocasionalmente. Me encanta.

    Creo que es hora de irme a la cama, que mañana tengo clase. Aún así, buenas noches, o ya, buenos días, amor. Espero que hayas descansado y lleves una sonrisa enorme en tu boca durante todo el día, y si puede ser, durante todos y cada uno de los días. TE QUIERO.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y tal y como te he prometido aquí está la respuesta a todos y cada uno de tus comentarios que no te he contestado antes.
      No sabes cuánto te agradezco todo lo que has hecho por mí, y aunque tú creas que no has hecho nada, has hecho mucho, de veras.
      Me gusta cuando te despides de mí con tus "Buenas noches, Laura" tanto por chat, tanto por twitter, o tanto por el blog. En serio, me he acostumbrado a ellos y creo que siempre los voy a necesitar antes de dormir, como si se tratara del beso de buenas noches que te da tu padre o tu madre mientras te arropa cuando eres un crío pequeño.
      El pensamiento y sentimiento de culpabilidad... El peor que puede tener una persona, sentirte culpable de algo que no has hecho es lo peor que puedes hacer o lo peor que te pueden hacer. Y más por algo que no tiene solución.
      Sí, Diana, todos, absolutamente todos, están conectados, y ella la primera. Ella necesitaba contarlo, a veces lo que necesitas para sentirte mejor, es contar lo que te preocupa, y lo digo por experiencia.
      Capítulo 7... Tan duro tanto para el que lo lee como para el que lo escribe. Tu comentario me llegó cuando lo leí, y hoy, 2 de mayo, me vuelve a llegar. La verdad es que aunque lo haya leído tanta gente, no han sido capaces de comentarlo, yo no hubiera sido capaz de hacerlo, me costó muchísimo escribirlo, y no me hubiera gustado para nada comentarlo. Y te agradezco muchísimo que lo hayas comentado, ha sido muy importante para mí. ¿Te cuento un secreto? Tu comentario me hizo llorar en su momento, y ahora que vuelvo a leerlo, vuelvo a llorar con él. ¿Por qué? Porque todas y cada una de tus palabras son completamente ciertas, y que una persona como tú se haya dado cuenta de ello, es... admirable. Y ese comentario me lo voy a guardar para hacerme ver la realidad cuando no consiga hacerlo.
      ¿Estamos solos? ¿Sí? ¿No? ¿No lo sé? Mucha gente optaría por la última opción, pero yo creo que realmente piensan que sí que lo están. Es lo que piensan, pero están muy equivocados. Nunca estaremos solos, siempre habrá alguien ahí que, aunque no nos demos cuenta, o no se dé cuenta, nos hará sacar esa sonrisa.
      Aunque esa persona se haya ido, aunque creas que no está ahí contigo, mientras la recuerdes siempre estará. No se deja de querer a una persona hasta que no la olvidas. Y olvidar es muy complicado, por no decir casi imposible.
      Tú dices que mi capítulo te ha hecho reflexionar, a mí lo que me ha hecho reflexionar ha sido tu comentario. Y te lo agradezco. De nuevo.
      Y no sabes lo afortunada que me siento al saber que siempre llevarás esa historia de David contigo.
      Y te puedo asegurar que mientras estés a mi lado, sonreiré.
      Del capítulo 8 poco puedo decir comparado con el 7. Hoy me ha tocado desahogarme a mí. Sólo quiero volver a agradecerte todo, absolutamente todo. Un simple "gracias" se queda corto, por lo que te diré: Te quiero.
      Sonrío. Todos y cada uno de los días. Te lo prometo.
      Quererte es poco, Diana. <3

      Eliminar