27. Junio. 2003
Esa sensación de no haber dormido nada en toda la noche, esa sensación de querer recordar lo que hiciste la noche anterior y que no seas capaz de hacerlo. Esa sensación es la que siento ahora mismo. Ojala tuviera la capacidad de controlar esto, sería una de las mejores cosas que existirían. No recordar la muerte de David, no recordar la muerte de mis padres. Pero, en fin, este es el mundo real.
Sí, mis padres murieron, por causas distintas. Uno por cumplir con su deber, la otra por cobarde. Nunca he hablado de la muerte de mis padres y ni siquiera sé por qué lo hago ahora, supongo que para que quede un tema zanjado en mi memoria.
Cómo murieron, se os estará pasando por la cabeza. Mi padre tuvo un accidente de avión, era piloto. No puedo dar muchos datos, era pequeña cuando ocurrió y mi madre nunca tuvo el valor para hablar de ello. Rehuía cada vez que le preguntaba. De la muerte de mi madre puedo hablar más, me lo contó Karen cuando me adoptó pocos años después de la muerte de su hijo, David. Quería saberlo, necesitaba saberlo, era mi madre.
Según Karen, mi madre estaba muy enamorada de mi padre y no consiguió superar su muerte, le dio al alcohol, a las drogas, a todo lo que pasara por delante de ella que le pudiera hacer olvidar aquello. Pero sólo conseguía hacerse más daño.
Tanto física como psicológicamente estaba hecha un desastre, y por más que intentaba ayudarla, no me quería a su lado. Era pequeña, sí, poco podía hacer, pero por lo menos lo intentaba. La verdad es que me dolió muchísimo la muerte de mi padre, era el único que estaba a mi lado en todo momento, sin contar a Karen.
Os podéis hacer una idea de lo que hizo con su vida, ¿no? Sí, se suicidó. Me costó asimilarlo, muchísimo, pero lo hice, con ayuda o sin ella, eso no importa, lo importante es que conseguí superarlo. Karen me lo contó cuando vio que tenía suficiente capacidad como para intentar comprenderlo. Pero no lo comprendí, no en ese momento. Llegué a odiar a mi madre, aun muerta. Cuando pensaba en ella, una única palabra se me pasaba por la cabeza, "cobarde". Sí, era una cobarde. Se mató porque perdió a alguien a quien quería, pero no se daba cuenta de que en la vida real había mucha gente que daría su vida por ella. Pero las drogas no le dejaban ver esa realidad, se cerraba en su mundo y cometía locuras. Y a base de esas locuras, logró suicidarse.
Supongo que esa es otra de las cosas que me ha enseñado a ser fuerte, a saber ver la vida con otros ojos. A no depender de nadie.
Nunca fui capaz de hablarle de este tema a nadie, ni siquiera a Phil, las únicas que sabemos de su existencia somos Karen y yo. Y nadie más lo sabrá.
Nunca he hablado de cómo me sentí al enterarme de aquello. Sí, llegué a odiar a mi madre, pero nunca hablé de lo que sentí realmente. Y creo que es hora de hacerlo, necesito quedarme a gusto conmigo misma, soltarlo de una vez y dejar que el futuro se ocupe del resto.
Sentí miedo. Miedo a no ser capaz de superarlo. Como ya dije, intenté quitarme la vida más de una vez, y el tema principal fue el suicidio de mi madre. Creía que no podía con aquello, la gente me daba de lado y sólo encontraba apoyo en Karen. Pero para mí no era suficiente, quería estar bien conmigo misma, y sabía que matándome no era la mejor solución. Lo sabía, sí, pero no lo veía. Conceptos muy diferentes. Me dejaba llevar sabiendo las consecuencias.
Me alegro de haber cambiado en ese aspecto, ahora sé que puedo salir adelante con todo, que ya nada ni nadie me va a impedir ser feliz. Soy feliz a mi manera. He llorado muchísimo, pero el valiente es el que llora, ¿no? O eso dicen. No me considero valiente, la verdad, pero tampoco cobarde, y eso es lo que me hace seguir adelante, no de la manera más sensata, pero salgo adelante.
El ruido de alguien llamando a mi puerta me hace salir de mis pensamientos. Debo decir que hoy no he derramado ni una lágrima, y por ello me siento orgullosa de mí misma. Es raro que no haya llorado, pero es cierto.
Me levanto de la cama con un gran dolor de cabeza y voy costosamente hacia la puerta. Y ahí está Tom con una cara... extraña. Su expresión muestra entre miedo y enfado.
POV TOM
Todavía no entiendo por qué quiso hacerlo anoche, qué fue lo que se le pasó por la cabeza para cambiar de opinión de esa manera.
Por una vez se le veía que decía la verdad, que quería hacer las cosas bien con ella, pero de repente me encuentro aquello, y... adiós a todos sus esquemas. Y a los míos también. Entonces, ¿qué? ¿Otra chica más a la que llevarse a la cama? No, yo no quiero que eso sea así. Vale que no la conozco lo suficiente, que no sé nada de ella, pero en su mirada se ve una chica diferente, y si, según Danny, ha despertado gran interés en él, será por algo.
Aunque sinceramente dudo si se acuerda de lo que pasó anoche.
Bueno, yo me voy a ver a Gio, no creo que este se despierte, tendrá una buena resaca.
Pero antes de que pueda salir de la habitación, oigo una voz ronca a mi espalda.
-Tom... ¿Qué pasó anoche? -Dice adormilado.
-¿No te acuerdas? ¿De nada?
-Sé que me llevé a Hayley a un lugar apartado, pero... nada más.
-Joder, Danny, lo estás haciendo de puta madre.
-¿Qué? ¿Qué he hecho ahora? Por favor, Tom, no me toques los cojones que bastante me duele ya la cabeza de por sí.
-Y te lo tienes bien merecido.
-Joder, Tom, estás insoportable, vete a ver a tu Gio y déjame tranquilo.
-Muy bien, cuando quieras acordarte de lo que pasó ayer y te arrepientas, no me busques. Ahora sólo espera a que Hayley tampoco se acuerde.
-¿Qué? No, no, joder, Tom, espera...
Salgo dejándome con la palabra en la boca, estoy harto de que siempre esté pensando en él, la gente también tiene sentimientos.
Tengo que ir a ver Hayley.
Cruzo el umbral del pasillo y llamo a su habitación. Mi expresión en estos momentos no es muy agradable, y eso no es normal en mí.
Me abre la puerta con una mueca de dolor mientras sujeta su cabeza con su mano.
-¿No podías haber venido más tarde? La cabeza me va a estallar.
-Lo siento, es que necesito que me contestes a unas cosas que llevo pensando desde que me he levantado...
-Di.
-¿Te acuerdas de lo que pasó anoche?
-Eh... No. Sé que estaba con Danny, pero poco más, ¿por qué?
-Pf... Menos mal. Vale, gracias.
Me dispongo a salir de la habitación pero su voz me lo impide.
-Pero, ¿por qué? ¿Me lié contigo o algo?
-No, no.
-¿Entones? Mira, Tom, no me gusta que me dejen a medias, así que dímelo, por favor.
-No sé si debería...
-Dímelo.
-Anoche...
De pronto se oye una voz al otro lado de la puerta.
Danny.
-Hayley, necesito hablar contigo.
-¿Pero qué pasa aquí? -Dice alarmada.
Se acerca a abrir la puerta y Danny me mira extrañado, preguntándose seguramente qué es lo que hago aquí.
-Ya me podéis estar explicando qué cojones hacéis los dos aquí.
-Creo que será mejor que lo habléis los dos a solas, yo no pinto nada.
Y dicho eso, salgo de mi habitación dejándoles a los dos dentro. La verdad es que no sé si hago bien dejando a Danny a solas con ella después de lo de ayer, pero si no se acuerda, no debo preocuparme, ¿no?
Me voy a ver a Gio.
POV HAYLEY
-¿Qué pasa? -Digo un poco más calmada.
-Eso es lo que me gustaría saber a mí.
-Sé que tiene que ver algo con lo de anoche, Tom ha venido demasiado alterado.
-¿Te ha contado algo?
-No.
-¿Te acuerdas de lo que hicimos anoche?
-Danny, ¿me estás diciendo que tú y yo...?
-No lo sé.
-Genial...
Me acerco a la ventana soltando un gran suspiro. Esto no me gusta nada. Ya ocurrió una vez, y mira como acabó todo. Sí, hablo de Phil.
-Habla con Tom, por favor, a mí no me quiere escuchar... -Dice acercándose a mí.
-Tengo que hablar con él, eso no ha podido haber pasado, no debe haber pasado.
-¿Por qué? -Pregunta... ¿decepcionado?
-¿Querías que pasara?
-No. -Miente.
-Pues ya está.
Nos quedamos unos segundos en silencio hasta que vuelvo a hablar.
-Mira, Danny, olvidemos esto, ¿vale? Haya pasado o no. Es lo mejor que podemos hacer.
-Está bien. Pero habla con Tom.
-Lo haré.
Dicho eso, se va por donde ha venido.
Ahora me toca a mí pensar en todo esto. Y no sólo en lo que ha pasado, me toca pensar en mí misma.
Me visto, recojo la habitación y me voy al mismo sitio donde fui ayer, a aquel hermoso lago. Allí no habrá nadie que moleste.
Me tumbo sobre el césped y dejo que mi mente intente aclararse. Hora de ordenar mis sentimientos.
Si hubiera pasado algo, ¿seguiríamos igual? ¿Merece la pena evitarle por un simple desliz? Sé que esto ya pasó con Phil, e incluso por ello empezamos una relación, pero... Sé que no es lo mismo. Danny ha conseguido ganarme poco a poco, y eso es algo que muy poca gente ha conseguido. Algo me dice que me conoce más de lo que yo me conozco, y eso me asusta. No soy lo bastante buena para nadie.
¿Para qué pensar en un futuro teniendo un presente? Creo que ya es hora de divertirme y dejar de pensar en las consecuencias.
Decidido. No voy a pensar. Cuando vea que debo parar, espero que no sea demasiado tarde.
***
Ya he hablado con Tom, ya está todo aclarado. ¿La verdad? Siento un gran alivio. ¿Por qué? No lo sé exactamente, pero lo que importa ahora es que me he quitado un gran peso de encima.
Sólo espero que Danny haya hablado con Tom.
Alguien llama a la puerta de la habitación.
-Hayley. -Dice al otro lado de ella.
Danny.
Me acerco a abrir y muestra una sonrisa pícara.
-Ya he hablado con Fletcher, y si te digo la verdad, anoche me quedé con ganas de hacer algo.
Se acerca lentamente hacia mí mientras se dibuja de nuevo una sonrisa juguetona en mi cara.
Me besa con violencia apoyando sus manos en mi cadera. Sediento, explorando cada rincón de mi boca con su lengua. Coloco mis manos sobre su pecho y continuamos con el beso mientras retrocedo hasta llegar a mi cama. Antes de dejarme sobre ella, quita mi camiseta con delicadeza, demasiada diría yo. Se tiende sobre mí y continua con sus besos, desde la comisura de mis labios hasta la clavícula. Se detiene sobre el lóbulo el cual muerde con violencia haciendo así que se me escape un leve gemido. Vuelve a mis labios sonriendo contra ellos. Le muerdo el labio inferior, gesto que le excita por su ardiente mirada.
Le quito la camiseta con bastante menos delicadeza y la tiro a un lado de la habitación, trazo círculos sobre su piel con mi dedo provocándole leves cosquillas que erizan su piel. Se acerca a mis labios y me roba otro beso, desliza sus manos sobre mis muslos provocando leves descargas sobre mi piel, llega hasta el botón de mis pantalones y comienza a jugar con él. Finalmente, decide desprenderse de la prenda y la hace formar parte de la decoración del suelo de la habitación.
Cambiamos posiciones, ahora me toca a mí tomar el mando de este pequeño juego.
Deposito pequeños besos sobre su pecho hasta llegar al botón de su pantalón, repitiendo ese recorrido varias veces, centrándome en sus pezones donde dejo algún que otro mordisco. Mordiscos que hacen que varios suspiros y leves gemidos salgan de lo más profundo de su garganta.
Le miro con una sonrisa divertida y veo que está con la cabeza echada hacia atrás con los ojos cerrados. Esa imagen hace que mi sonrisa sea más pronunciada y aumenten mis ganas de continuar con el juego.
Desabrocho el botón con paciencia, notando un ligero bulto en su entrepierna. Deslizo sus pantalones con calma, demasiada calma.
-Hayley...
Su voz ronca pronunciando mi nombre, provoca un escalofrío que recorre toda mi espalda. Termino de quitarle los pantalones, otra prenda más que decora el suelo. Sólo nos queda la ropa interior.
Vuelve a colocarme debajo de él. Acerca su cara a la mía y me mira con sus grandes ojos, intentando intimidarme, pero sólo consigue que mi deseo hacia él aumente.
Le muerdo el labio inferior de nuevo y roza mi hombro con su mano haciendo así que baje el tirante de mi sujetador. Veo cierto brillo en los ojos, brillo que aumenta cuando coloca una de sus manos sobre mi pecho, masajeándolo. Cierro los ojos sintiendo el placer que me hace sentir sin ni siquiera rozar su piel con la mía. Con la otra mano continua deslizándola por mi muslo. Se centra besándome el cuello, y vuelvo a colocarme encima suya. Donde aprovecha para desabrochar mi sujetador. Lo tira a un lado de la habitación y se queda mirando mis pechos. Por primera vez, me hace sentir incómoda.
-Danny, tengo ojos.
-Y muy bonitos, por cierto, pero ya los tengo muy vistos.
Hago un amago de levantarme, pero agarra mi cintura y me dedica una sonrisa agradable.
-Era broma, tonta.
-Pues tus bromas me tocan los cojones. Vuelve a hacerlo y te dejo con el calentón.
Se acerca para darme un beso. Beso con el cual hace que desee otro. Sensación que no me gusta para nada. Me quedo parada intentando convencerme a mí misma de que mis sentimientos hacia él no deben aumentar.
Acaricia mi cara con suavidad, con temor a romperme. El recorrido se detiene de nuevo en mi pecho. Ahora lo masajea con más intensidad mientras juego con la goma de sus boxers. Retiro su mano de mi pecho y le miro divertida.
Se queda quieto, mirando atentamente cada movimiento que hago. Continuo jugando con la goma de sus boxers, hasta que finalmente decido desprenderme de ella. La única prenda que cubre su cuerpo. Me mira con fuego en sus ojos, mandándome con una simple mirada que elimine esa prenda. Noto cómo ese bulto aumenta junto con la expresión de incomodidad de su rostro. Puedo asegurar que, ahora mismo, le quema la ropa interior. Me gusta verle sufrir.
-Por favor... -Me mira con deseo en sus ojos.
Elimino esa prenda en un abrir y cerrar de ojos y muestra una cara de satisfacción. Intercambiamos posiciones de nuevo. Pero esta vez desprende mi ropa interior con demasiada rapidez, quiere que llegue el momento ya. Ambos desnudos, como Dios nos trajo al mundo, él encima, yo debajo.
-Danny...
-¿Qué pasa? -Me mira con cierta preocupación.
-Que...
-¿Eres virgen?
-No, no es eso. El condón.
-Ah, coño. Creo que tengo uno en el bolsillo del pantalón.
-¿Crees? Más te vale tenerlo porque te vas a buscarlo con la picha tiesa.
-Ehm... Vale... No me odies tanto, por favor.
-Búscalos ya, que se me va el calentón.
Se levanta y va en busca de sus pantalones, mira en su bolsillo y saca uno. Se lo coloca y vuelve a la misma posición de antes. Me roba un beso y se me escapa una sonrisa, sonrisa que se convierte en gemidos leves cuando noto cómo su lengua recorre mi cuello hasta llegar a mis pechos, donde se entretiene con ellos mientras da pequeños mordiscos. Continua bajando por mi vientre hasta detenerse debajo del ombligo, sin llegar a más. Hace el mismo recorrido repetidas veces, hasta que decide que es el momento.
Se incorpora y separa mis piernas rozando suavemente con la yema de sus dedos mis rodillas ascendiendo por mis muslos. Coloca su miembro en la entrada y se impulsa hacia delante entrando en mí. Un leve dolor se apodera de mi cuerpo, pero nada comparado con aquella primera vez. Danny continua moviéndose hacia dentro y hacia fuera, penetrando, cada vez con más velocidad. Me vuelve a robar otro beso mientras aumenta cada vez más la velocidad. Varios gemidos se escapan de nuestras bocas sin pedir permiso, gemidos que aumentan el volumen cuando Danny aumenta la velocidad.
Varios minutos después, realiza el último impulso, haciéndonos llegar al orgasmo. Explotando en nuestro interior. Sale de mí y se tumba encima mía, cansados, reventados, sudados. Tras volver a recuperar nuestra respiración normal, Danny se sienta al borde de la cama con sus manos tapando su cara.
Nada bueno me espera...
-No... No debería haber pasado esto. -Dice costosamente, intentando convencerse a sí mismo de lo que acaba de salir por su boca.
Capítulo 10.
ResponderEliminar¿Qué decirte a ti, Laura? Este capítulo lleva en construcción mucho tiempo, como mi treball de recerca. Y sé que necesito dormir, que llevo un estrés encima insoportable y que no sé como voy a organizarme, pero necesitaba comentar esto.
Puede que lo fuera leyendo a trozos, poco a poco desde que lo empezaste, pero aún así, lo leo entero de nuevo, y es que no me canso. No me canso de leer la historia de Hayley. Toda su historia. No conoces a alguien de verdad hasta que no sabes su historia, así que ahora puedo afirmar que conozco a Hayley. Y que Hayley hasta cierto punto eres tú. Y que la quiero. En su momento te dije que llegué a sentirme igual que ella... vuelvo a hacerlo. Me convierte en alguien diferente. Tus palabras me llevan a otro sitio y eso no me molesta, al contrario. Me llevan a tu historia. Me encanta Hayley, aunque eso me haga ir al revés del mundo, lo sabes, adoro su mal humor, por que tiene razones para ello, adoro como corta a cualquiera y lo poco que le importa.
Tom, Tom, Tom... ¿se puede saber qué pasa con Daniel? Pues ni idea, pero ya me lo aclararás, espero.
Ahora hablemos de ese último trozo. Sé que te ha costado, pero te puedo decir, por mucho que un: DANIEL ESTÁ DESSSSSSSSSSSSNUDO. me haga reír.... me parece perfectamente hecho por tu parte. ¿Es lo que pretendías, no? Darle ese toque de locura. Ahí lo tienes. Lo aprecie nuestro*tu* amiguito o no. ¿Se puede saber que le pasa a Daniel? Lo averiguaremos.
El PUAJAJAJAJAJAJAJJAA ya lo tienes muy visto, así que te digo que bendita inocencia la mía y que bendita inocencia la tuya. Ahora, vete a dormir sabiendo que, una vez más, me encanta. Y más aún, porque sé cuanto te ha costado. Te has superado. Descansa y dejarás de encontrarte mal. Duerme, tú que puedes, duerme por mi.
Buenas noches, Laura. Te quiero. Y el "mazo" se queda corto.
DIOOOOOOOOOOSSS!!
ResponderEliminarQué es esto?!!
Me mataste, me matas...
joer, pero... qué? cómo? cuándo?
por qué?!!!
la incertidumbre me mata, seriosly xD
me encantó el capítulo, y eso que no salió Dougie :D jajaja, que guay!
me encanta^^
muchas gracias! siguelo muy pronto :)
un besoo!
Pero vamos a ver....cómo que esto no debería haber pasado? este tío es tonto??¬¬ un día de estos me lo cargo!
ResponderEliminarpues decirte que...a merecido la pena esperar!! *_*
jajajaja bueno pues..ya puedes subir rápido eh señorita?
te quierooo<3