Noto cierta decepción en su mirada, ¿por qué?
-Oh... Vaya, no... no me lo esperaba. -Dice soltando un largo suspiro.
Prefiero no insistir, aunque me muero de ganas por saber qué es lo que es esconde.
-Ven a desayunar conmigo. -Me ordena sacándome de mis pensamientos.
-He quedado con tu hermana.
-Pues desquedas, pero yo quiero desayunar contigo.
-¿No estarás intentando volver a abusar de mí? -Alzo una ceja, insinuante.
-¿Abusar de ti? -Suelta una carcajada, olvidando la conversación de antes- Yo nunca he abusado de ti, nena.
-Me emborrachaste. -Digo divertida disimulando una sonrisa.
Este tema de conversación me agrada más, ese lado juguetón y divertido de Danny es arrebatadoramente tentador.
-Bueno, vale, lo admito, quería emborracharte, y si no nos hubiera interrumpido Tom, hubieras acabado en mi cama. -Sonríe de medio lado- Pero creo recordar que cuando acabé en tu cama estabas totalmente sobria.
-¿Y cómo es que estás tan seguro de ello? -Frunzo el ceño, divertida.
-Yo lo sé todo, nena. -Dice con aires de superioridad.
Se para en seco y lo miro desconcertada. Miro a mi alrededor y estamos enfrente del lago, varios recuerdos acuden a mi mente. Sonrío tiernamente, gracias a él este campamento está siendo algo que no creí que fuera posible. Él me hace sonreír en todo momento. Él me está devolviendo a mi niñez, una niña despreocupada.
Me gustaría saber más acerca de Danny.
-¿En qué piensas?
-En ti.
Esos dos monosílabos salen de repente de mi boca sin poder retenerlos. Danny se queda boquiabierto, pero pronto sus labios dibujan una sonrisa tímida y encantadora. Me cuesta aguantarle la mirada en estos momentos, me intimidan sus grandes ojos. Finalmente, acabo rompiendo el contacto visual y miro al suelo, derrotada y avergonzada.
¿Qué estás haciendo con la Hayley Bourne que entró hace apenas unos días?
-¿En mí? ¿Eres la misma Hayley que me ha mandado a la mierda todos estos días?
Suelto una risa nerviosa.
-Supongo.
-¿En qué pensabas... sobre mí? -Pregunta con interés, demasiado interés.
-Demasiadas preguntas por hoy, señorito Jones.
-Nunca son demasiadas, señorita Bourne.
Sonríe divertido y un brillo baña sus ojos. Sé sus intenciones, son claras, y me viene una sensación y un recuerdo familiar.
En un movimiento muy rápido me coge en peso pasando sus brazos por mi espalda y mis piernas.
Pero en ese momento no estamos solos.
-Vaya... Ver que mi amigo y mi chica se llevan bien es todo un placer.
Danny me suelta de pronto y nos giramos sobre nosotros mismos. Es Phil.
-¿Tu chica? Yo no soy tu chica. -Espeto.
-Oh, claro que lo eres, no te engañes.
-Yo seré tu chica cuando yo diga que soy tu chica, no decidas por mí, confórmate con todas las tías que hay aquí.
-Hola de nuevo, Hayley. -Susurra Danny y me arranca una sonrisa a pesar de la tensión que se respira.
-Cállate. -Le doy un leve codazo sin desviar la mirada de Phil que se acerca a paso lento.
-¿Qué hacéis aquí tan pronto? -Dice con cautela.
-Lo mismo que tú. -Contesto borde.
Se acerca más a nosotros y coloca cada brazo alrededor de nuestros hombros. Me incomoda, necesito irme.
-Me voy a desayunar. -Digo de mala gana deshaciéndome del brazo de Phil.
-¿Y mi desayuno? -Pregunta Danny desconcertado.
-Vicky.
Le contesto secamente mientras me alejo de ellos, no puedo estar en esa situación, la tensión se puede cortar con un cuchillo. Miedo me da dejarles solos, sobretodo conociendo a Phil, aunque... son amigos, ¿no?
Finalmente me voy a la cafetería olvidándome de ellos.
-Danny, te conozco. -Dice Phil con tono amenazador.
-¿A qué viene eso? Ya sé que me conoces, al igual que te conozco yo a ti. -Espeta.
-No te acerques a Hayley.
-Tú no eres quien para decirme con quien debo juntarme.
-No lo digo por ti, Danny, lo digo por ella. Déjala en paz.
-No voy a dejarla. Tú eres el que debería irse de aquí, Phil.
-No me iré de aquí sin ella.
-Contigo no irá a ningún lado, no te engañes.
-¿Cómo es que estás tan seguro de eso? La tengo comiendo de mi mano, Danny, asúmelo, es mía. Siempre será mía. Yo la salvé de aquella tortura.
-¿Como a mí?
-Exacto.
-Entonces no debe seguir contigo.
-¿Cómo? -Pregunta Phil abriendo mucho los ojos.
La conversación empieza a torcerse y de ahí no puede salir nada bueno.
-Me convertiste en un capullo, Phil, seguí todos tus pasos.
-¿Me estás llamando capullo?
-Lo que te estoy diciendo es que no es normal que la abandonaras de esa manera si, según tú, la querías.
-Veo que te ha contado cosas sobre mí. -Sonríe irónico.
-Sí. -Contesta Danny secamente.
-¿Y la crees?
-¿No debería? -Levanta una ceja.
Phil suelta una carcajada y mira a Danny serio.
-No te creas todo lo que te dice una enferma.
-¿Enferma? -Pregunta atónito.
-Oh, entonces no te lo ha contado todo, ¿no? Yo no voy a hablar de ella, Danny, pero antes de creer todo lo que te diga, infórmate de quien es.
-¿Qué quieres decir? -Dice desconcertado.
-He dicho que no quiero hablar de ella, solo quiero que te alejes.
-¿Por qué? Solo soy su amigo, uno de los pocos que tiene aquí. -Dice desviando la mirada hacia el suelo.
-¿Ya te has encaprichado?
-¡No! -Miente- Soy demasiado cabrón para ella.
-Hasta tú mismo lo reconoces, Danny.
-Yo por lo menos soy consciente de ello, Phil.
-¿Qué insinúas? -Pregunta tensando la mandíbula.
-Que tú eres igual de cabrón que yo. Competíamos por las tías de nuestro instituto como si fueran objetos o premios. Tal vez eres tú el que no debe acercarse a Hayley.
-Ella me quiere. -Añade Phil convencido de sus palabras.
-Te quiere porque la tienes hipnotizada, Phil, no conoce a tu verdadero tú, por eso te quiere.
-¿Insinúas que te quiere a ti?
-No. -Contesta con dolor en sus palabras.
Phil suelta una carcajada.
-Es cierto, ¿quien va a quererte? Ni tu padre te quiere.
La mano que Danny tenía cerrada en un puño desde hace rato, acaba en la nariz de Phil, dejándola rota.
-¿Pero qué haces, gilipollas?
-No nombres a mi padre.
-Acéptalo, Danny, os abandonó.
Danny continúa pegandole, le revienta el puó en la mandíbula y este cae al suelo.
-Aléjate de Hayley. -Espeta Danny.
-Para mí estás muerto, Danny. ¡Muerto!
-Bien.
Y Danny se va dejando a Phil en el suelo.
Veo a Danny pasar por al lado de la cafetería, gracias a los grandes cristales que semejan una pared. Lo observo y lo miro boquiabierta temiéndome lo peor. Me fijo en su mano manchada de sangre y mis sospechas son ciertas. Danny fija su mirada en mí y mi corazón vuelve a encogerse. Dirijo mi mirada hacia Vicky, que está pidiendo otra magdalena, suspiro aliviada, menos mal que no ha visto a su hermano así.
Me acerco a ella y la aviso de que me tengo que ir, que me acaba de surgir algo. Ella asiente y me sonríe con una mirada tranquilizadora.
Salgo rápidamente de la cafetería y me acerco a Danny que sigue caminando a paso lento.
-Danny... Danny, ¿qué ha pasado?
Se para y se gira, y me mira con ojos ardientes. Con odio hacia sí mismo.
-Nada.
-Danny, ¿qué coño ha pasado?
-No ha pasado nada, Hayley, no te preocupes, vuelve con Vicky.
-¿¡Qué cojones ha pasado!? ¡Estás sangrando!
Mira su puño cerrado y contempla la sangre de sus nudillos.
-Esta sangre no es mía. -Dice con toda la tranquilidad del mundo.
Me desespero por momentos, tengo los nervios a flor de piel.Quiero saber qué ha pasado. Necesito saberlo.
Mira su otro puño y cierra los ojos.
-Esta sí. -Añade.
-¿Es de Phil? -No contesta- Danny, ¿de quién es? Cuéntamelo ya. Por favor.
Las lágrimas bañan mis ojos pero no dejo que se derramen, tengo miedo. No conozco a Danny, no sé de qué ha podido ser capaz. ¿Y Phil? ¿Dónde está Phil?
Vuelve a fijar la mirada en mis ojos llorosos y el gesto de su cara cambia. Vuelve a mirarse el puño y de nuevo fija sus ojos en mí. ¿Qué le pasa?
Noto la tristeza en su mirada, por fin hay expresión en su rostro.
-Sí, es de Phil.
-¿¡Dónde está!?
-La última vez que lo vi, estaba en el lago. Ahora no lo sé. -Contesta seco.
Pienso en ir a buscar a Phil, pero entonces caigo en la cuenta de que él nunca ha estado cuando más lo he necesitado, en cambio, Danny sí. Y sé que me necesita ahora.
-Vamos a curarte eso, ven.
Me mira sorprendido, lo más seguro es que pensara que me iría con Phil en vez de con él.
Le cojo de la mano y me lo llevo al baño de mi habitación. Abro el grifo y meto sus manos en el lavabo, pero ver la sangre, por poca que sea, deslizarse por el lavabo junto con el agua del grifo, hace que un recuerdo no bienvenido venga a mi mente. Mi mirada se pierde y me quedo bloqueada. Sacudo rápidamente la cabeza varias veces bajo la atenta mirada de Danny.
-Sigue tú, cuando acabes avísame para que te cure la mano.
Salgo del baño sintiendo la mirada de Danny en mi nuca, me siento en el borde de la cama y suspiro. Me remango la chaqueta y miro mi brazo derecho con odio. Cierro los ojos y acaricio una de las cicatrices que me provoqué en mis intentos de suicidio.
Abro los ojos y veo que está Danny apoyado en el marco de la puerta, me bajo la manga rápidamente y me pongo en pie disimulando.
-¿Ya? -Pregunto con una sonrisa nerviosa.
Él tan solo asiente, confundido. ¿Me habrá visto las cicatrices? Un escalofrío recorre mi cuerpo y me estremezco.
No quiero que nadie sepa que fui una suicida.
Gracias por subir tan seguido!!
ResponderEliminarSe echan de menos historias como esta :) :)
Me gusta mucho, siguelo pronto
un beso! <33
JODER LAURA, JODER. Los dramones que escribes jodida..
ResponderEliminarManda a tomar por culo ya a Phil anda, que Danny lo mate no estaría mal eh? Asi como dato, el lo mata, Hayley se alegra, se casan y tienen hijos pecosos y monosos.
De nada :)
-Tu asquerosa