Veo como se aleja Phil lentamente pero con paso decidido. Pero se detiene un instante y se gira para decirme algo.
-Creo que debo hablar con Danny.
-En el lago.
Asiente con una sonrisa y se encamina hacia el lago. Y yo, sin pensármelo dos veces, camino detrás de él.
Todavía no soy consciente de todo lo que ha pasado hoy. Está atardeciendo y ni siquiera hemos comido, ha ocurrido todo demasiado rápido.
Phil llega al lago y veo a Danny sentado en el césped con un brazo apoyado en su rodilla.
-¡Danny! -Grita Phil para llamar su atención.
Danny mira hacia él y se levanta en cuestión de segundos.
-¿Qué quieres ahora, Phil?
Phil se acerca despacio a Danny, y noto cómo este último posa su mirada en mí.
-Me voy.
-Bien. Por fin te das cuenta de que aquí no eres bienvenido.
-Déjame decirte una cosa antes.
-Qué.
-Mira, Danny, si sé que sobro aquí es por ti. Yo venía a recuperar a Hayley, pero no sé qué le has hecho, Danny... Está más feliz, no sé, hacía mucho tiempo que no la veía así.
La mirada de Danny se ablanda.
-Todos los tíos que se han acercado a ella lo han hecho para aprovecharse, y aunque aparenta ser la más fuerte de todo este lugar, es la más débil. A la mínima se derrumba, pero las veces que la he visto contigo, la he visto feliz. Ahora sé que ella está bien aquí y que no le hago falta, y a ti tampoco.
-Quédate.
-¿Cómo? -Pregunta Phil sin esperarse esa contestación.
-Sí, quédate. -Insiste.
-No puedo, Danny. Créeme que no.
-¿Por qué?
-Ya te darás cuenta.
Dicho eso, Danny abraza fuertemente a Phil, y este le sigue el abrazo.
-Gracias, tío.
-¿Por qué? ¿Por joderte la vida? -Pregunta Phil confundido.
-Porque si no llega a ser por ti, seguiría siendo el mismo chico tímido con el que todo el mundo se metía, y entonces nunca hubiera tenido el valor de acercarme a Hayley.
-Nada, tío. Un placer.
Me acerco a ellos y me pongo al lado de Danny, este pasa un brazo por encima de mis hombros haciendo que así me pegue más a él. Phil me dedica una mirada y una sonrisa, las cuales solo entendemos nosotros dos, y pongo los ojos en blanco.
Phil se marcha por donde vino y volvemos a quedarnos los dos solos.
-Se acabó. -Digo apoyando la cabeza sobre el hombro de Danny.
-No más Phil.
Ambos suspiramos.
-No hemos comido. -Afirma el moreno.
-Tampoco tengo hambre.
-Pero yo sí. Así que venga, mueve ese culo y vamos a la cafetería.
Y nada más terminar la frase me da un manotazo en el culo. Me giro al instante y le miro con los ojos entornados y la boca abierta.
-¿Me has tocado el culo?
-¿Qué? Oh. Es la costumbre, no sabía que te iba a molestar.
-Tienes unas costumbres muy...
-Estás sonriendo. -Me corta.
-Claro que no. -Sonrío más.
-Claro que sí. Además, ya te he tocado el culo en otra ocasión. Y no te quejaste. -Levanta una ceja y sonríe de medio lado.
-Cállate.
-Vamos a comer, anda.
Danny avanza hasta a mí haciendo que gire sobre mí misma, y caminamos con su mano en mi espalda obligándome a ir a la cafetería.
-¿De verdad tenemos que comer? -Pregunto con mala cara.
-Sé que quieres que estemos a solas, pero esta barriga hay que llenarla. -Contesta colocando su mano sobre su barriga.
-Flipado...
-A mí no me engañas.
Noto cómo su mano abandona mi espalda y avanza con paso mucho más rápido. Será más rápido, pero esos andares siguen siendo los mismos, con sus manos en los bolsillos y esa manera de ser tan despreocupada y alocada.
-¿Vienes? -Pregunta dirigiéndome una de sus sonrisas más sensuales.
Automáticamente un escalofrío se apodera de mí y me muero el labio inferior inconscientemente. Solo había visto esa sonrisa una vez, y en circunstancias explícitas.
Es sorprendente cómo una simple mirada o una simple sonrisa sean capaces de hacerme sentir tantas emociones. Y todas dirigidas a un punto concreto de mi cuerpo.
-Ve tú, te espero aquí.
-Como quieras, ¿seguro que no quieres nada?
-Seguro.
Asienta y se va con la misma despreocupación de antes.
Tengo que empezar a plantarme qué es lo que siento por Danny.
No hay comentarios:
Publicar un comentario